Con la tarifa eléctrica el Gobierno cubano hizo el paripé que escuchó las quejas de la población y supuestamente disminuyó los precios, cuando la realidad que pocos han tenido en cuenta es que realmente el aumento se mantiene, ya que la tarifa vigente es casi cuatro veces inferior a la que entrará en vigor el próximo 1ro de enero.
Algo parecido ocurre con los medicamentos, pues el día de ayer las autoridades confirmaron que aumentarán el precio del 53 por ciento de los fármacos que se venden a través de la red de farmacias en todo el país. Sin embargo, la prensa lo que destacó fue el dato contrario: «En Cuba el 46 por ciento de los medicamentos de venta en farmacia serán subsidiados», según podía leerse esta mañana en los principales diarios oficialistas.
En esta ocasión no estuvo Marino Murillo, el ‘zar de las reformas’, para dar la cara sino Emilio Delgado Iznaga, director de Medicamentos y Tecnologías Médicas del Ministerio de Salud Pública, quien quiso tirar la toalla alegando que el Gobierno se «preocupó» porque todos los medicamentos no subieran de precios, evitando el incremento en aquellos que «responden a tratamientos de enfermedades crónicas, o sea, deben consumirse por toda la vida».
Entre los fármacos que mantienen los precios actuales, y seguirán siendo subsidiados por el Estado, se encuentran por ejemplo el enalapril en tableta, el captopril, la hidroclorotiazida, las insulinas NPH y Actrapic, la teofilina y el salbutamol aerosol. También aquellos que están indicados en períodos largos a pacientes con enfermedades neurológicas, psiquiátricas, VIH y cáncer en su estadio terminal.
Sin embargo, casi 200 medicamentos, los cuales responden a procesos agudos, que se usan en cortos periodos de tiempo como es el caso de los antibióticos, antiparasitarios y analgésicos, si vieron afectados sus costos, en algunos casos de forma alarmante.
De igual manera, se eliminó del listado de los medicamentos que se les modificaría el precio a 50 fármacos que son de uso exclusivo en los hospitales, donde continuarán siendo gratuitos. Por ejemplo, se mencionó el sulfato de quinina y el cloruro de sodio en infusión de bolsa, que solo se usan en los hospitales.
Otro cambio consiste en que se identificaron 12 medicamentos que se eliminan del listado, o se modifican sus precios, porque no se continuarán exportando, y tal es el caso de la amoxicilina cubana, que en la lista tenía un nuevo costo de 33.70 pesos, y la dipirona, que en 2018 valía 3,50 pesos, y costaría ahora 13 veces más, exactamente 47,80 pesos.
En este caso, la buena noticia, quizás una de las pocas al respecto, si la ofreció Murillo, quien aseguró que el Gobierno subsidiará las medicinas a aquellas personas que no puedan hacer frente a los nuevos precios de los medicamentos.
“Si aún con el incremento de salario y con el incremento de costo, alguien no puede pagar un tratamiento corto, será atendido por la vía de la Asistencia Social”, aseguró el jefe de la Comisión de implementación de los lineamientos.


