Manuel, un entrepreneur que vende copias piratas de todo tipo de audiovisuales en su puesto en uno de los portales de la céntrica, ajetreadísima, sucia y deteriorada calle Monte, va lanzando este diciembre un eslogan muy efectivo, uno que llama a adquirir sus productos en este mes, antes de que la «Tarea Ordenamiento» del 1ro de enero de 2021 provoque que los precios se tripliquen en todos los sectores, hasta en el privado.
El Jefe de la denominada Comisión de Implementación de los Lineamientos del PCC, Marino Murillo Jorge, declaró el pasado domingo en la Mesa Redonda que, dada la unificación monetaria inminente, «los precios de los bienes y servicios que ofertan las formas no estatales del país también subirán», pero no deben llegar a ser «especulativos ni abusivos».
Alegó que la próxima reforma económica general cubana «lleva implícito un incremento de los precios porque suben los costos y se encarecen las importaciones, y en el caso de los trabajadores por cuenta propia no se ha dicho que deba ser diferente».
Murillo concedió que el proceso prevé que los precios ofertados por el sector particular aumenten hasta un 300% (tres veces el monto completo), pero no más que eso porque la carga tributaria les bajará. Los cuentapropistas comenzarán a aplicar esa declaración a rajatabla.
Un vendedor de turrones y dulces de la calle Tulipán (en La Habana) analizó que si en los dos últimos meses la bolsa de pan por esos lares ha aumentado de valor de 25 a 35 CUP, pronto se podrá acercar a 75 CUP.
Dania Pineda, propietaria de un hostal privado en El Vedado, cuyos principales clientes solían ser turistas extranjeros, se cuestionó cuál será valor en que tendrá que establecer sus cuartos cuando vuelva a rentar. Esta interrogante le causó gran preocupación, pues entendió que incrementar la tarifa en demasía le dificultaría el atraer clientes. Antes cobraba sus habitaciones a 25 CUC la noche, precio razonable dadas las condiciones. La cifra resultante le produjo inquietud, pues no tiene sentido que una habitación en La Habana valga más que una en París, una urbe mucho más popular y demandada, y los clientes preferirán hospedarse en hoteles.
Isadora González, una educadora jubilada que se sostiene casi totalmente por la ayuda de sus dos hijos emigrados, declaró que compró hace menos de una semana una ristra de cebollas en 25 CUC (más de 600 CUP). El vendedor, encima, la consoló advirtiéndole que en 2021 estará mucho más cara; que el precio actual era una oferta por Navidad. Rememoró entonces una etapa que le pareció similar: 1971, ‘el año de la chiva suelta’, llamado así porque el país estaba inmerso en una crisis económica tan profunda que no había ‘ni dónde amarrar la chiva’.
El 1ro de enero es el fin de una era. Ese día será sorprendente. Nadie anticipa con exactitud qué pasará, pero algunos prevén que, simplemente, una pizza amanecerá un día en el triple de lo que cuesta hoy.


