El Gobierno cubano ordenó suspenden la aplicación de los conocidos test rápidos para detectar pacientes positivos al coronavirus asegurando que los resultados obtenidos no siempre son confiables y posee una alta tasa de errores.
«Debido a la ineficiencia de los resultados aportados por la aplicación de los conocidos test rápidos, en todo el país se decidió la suspensión de este control, por lo cual se ponderarán los criterios clínicos y epidemiológicos a la hora de identificar contactos y sospechosos, a partir de los positivos confirmados», explicó a la prensa la doctora Yanelis Calviño Vega, jefa del Puesto de Dirección de Salud Pública en la provincia de Holguín.
Las autoridades del Ministerio de Salud Pública han reconocido en anteriores ocasiones el gran numero de estos test rápidos aplicados a las personas en aislamiento o con síntomas de la enfermedad. Incluso, a las personas de La Habana que viajaban a los hoteles en Varadero a hospedarse era este tipo de pruebas la que se les realizaba para descartar que estuviesen infectados.
El propio doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología y la cara pública durante todos estos meses en todo lo referido al avance de la pandemia en Cuba, cuando presentó por primera vez los test en la habitual conferencia de prensa que realiza aseguró que entre el PCR (Prueba de Reacción en Cadena de la Polimerasa, por sus siglas en inglés) y los tes rápido existían una concordancia de más del 95 por ciento.
La mayor parte de los test rápidos con que cuenta Cuba fueron donados por la Organización Panamericana de la Salud, la Organización Mundial de la Salud y por China.
La noticia, que no ha sido mencionada oficialmente hasta el momento ni informada dentro de los partes diarios del MINSAP sobre el comportamiento de la pandemia en la Isla, coincide en cambio con las advertencias de las autoridades sobre la detección de decenas de casos positivos sin vínculo comprobado con personas contagiadas.
Los llamados test rápidos detectan los anticuerpos que desarrollan las personas que han estado en contacto con la enfermedad como un mecanismo de defensa.
Al ser mucho más económicos se le aplica a los pacientes sospechosos, y a quienes resulten positivos se les realiza el PCR, una técnica molecular que permite la detección del ARN del nuevo coronavirus en las personas contagiadas.


