El ex espía de la Inteligencia cubana Gerardo Hernández Nordelo, conocido por ser el líder de la famosa Red Avispa, de la cual cinco de ellos, con el incluido, cumplieron largas condenas en Estados Unidos, fue nombrado por el Gobierno cubano como coordinador nacional de los Cómite de Defensa de la Revolución (CDR), los llamados «ojos y oídos de la Revolución en los barrios».
A sus 55 años, Hernández ocupaba el cargo de vicedirector nacional, pero ahora ha pasado a ser la máxima autoridad al frente de esta organización de masas con presencia en cada una de las cuadras cubanas.
De acuerdo a la información proporcionada por el sitio web Cubadebate, el antiguo agente sustituirá a Carlos Rafael Miranda, a quien «le serán asignadas otras tareas» luego de haber permanecido 9 años en el cargo.
Los CDR fueron creados en 1960 como un mecanismo de vigilancia colectiva y a día de hoy agrupan a más 8 millones de afiliados en un país de unos 11 millones de habitantes. Refiriéndose a los CDR, el exmandatario y actual líder del Partido Comunista (PCC), Raúl Castro, los definió en 2013 como «el ejército más poderoso» con el que cuenta la isla.
Gerardo Hernández es una celebridad en el país caribeño como líder del grupo de «Los Cinco», los integrantes de una red de inteligencia cubana (la «red avispa») que tras ser descubiertos en 1998 fueron condenados a largas penas de cárcel y cuya historia ha sido incluso llevada al cine.
«Es licenciado en Relaciones Internacionales, ostenta la condición de Héroe de la República de Cuba y cuenta con una fructífera trayectoria política y revolucionaria, ocupando desde su etapa estudiantil diversas responsabilidades», recuerda el medio estatal.
Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, René González y Antonio Guerrero se convirtieron tras su captura en los «cinco héroes», el centro de una batalla encabezada por Fidel Castro que se prolongó tres lustros, hasta que dos de ellos cumplieron sus condenas y los otros tres fueron indultados en 2014 por la Administración Obama dentro de las negociaciones del «deshielo».
El Gobierno cubano siempre ha mantenido que el único fin de la «red avispa» era el de abortar acciones terroristas del exilio contra objetivos cubanos y no espiar objetivos estrictamente estadounidenses.
, órganos populares a los que el ya fallecido Fidel Castro solían llamar “los ojos y oídos de la Revolución”.){kind=link}