Hace una semana y media, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, emitió un comunicado informando que la administración Trump estaba prohibiendo los negocios con Fincimex, una corporación estatal cubana que trabaja con negocios extranjeros de tarjetas de crédito y transferencia de dinero a Cuba.
Fincimex maneja cientos de millones de dólares en remesas enviadas a Cuba a través de Western Union por familias en comunidades cubanoamericanas en el sur de Florida y en todo el país.
¿Una prohibición de los negocios con esta empresa estatal cubana significaría el fin de las remesas que tantas familias en la Isla necesitan para poner comida en la mesa?
Los departamentos de Estado y Hacienda no lo revelaron…
Mientras tanto, miles de familias se apresuraron a enviar dinero antes de que la prohibición entrara en vigencia ayer viernes.
Como se esperaba, la administración publicó el reglamento en el Registro Federal la nueva norma que sanciona a cualquiera que haga negocios con negocios administrados por militares en Cuba, incluidos tres hoteles, dos centros de buceo y un centro de natación con delfines en un complejo de playa en el este de Cuba.
Pero no menciona Fincimex. Eso llevó a especular que la administración Trump simplemente había retrocedido su amenaza de reducir potencialmente las remesas a Cuba. Unas horas después, el Departamento de Estado dijo que la omisión de Fincimex simplemente había sido un «error administrativo» y que la compañía cubana sería sancionada.
«La corrección se publicará en el Registro Federal en los próximos días», dijo el Departamento de Estado.
Sin embargo, la nueva regulación no afectará realmente la capacidad de los estadounidenses de enviar remesas a familiares en Cuba, según una fuente familiarizada con el proceso.
Se espera que Western Union pueda continuar enviando dinero a Cuba a través de Fincimex incluso después de que la nueva prohibición entre en vigencia, dijo esta persona bajo condición de anonimato.
La compañía estadounidense se negó a comentar sobre cualquier regulación futura, diciendo simplemente que «podemos confirmar que nuestro negocio y nuestros servicios desde los EEUU hasta Cuba funcionan como de costumbre y cumplen con las leyes y regulaciones estadounidenses».
A pesar de las garantías de Western Union, muchos cubanos y sus familias en los Estados Unidos han pasado la última semana asumiendo que las remesas estaban a punto de cortarse en medio de una de las crisis económicas más profundas de Cuba en décadas, impulsadas en gran parte por el cierre casi total de vuelos dentro y fuera de la isla debido a la pandemia de coronavirus.


