El Gobierno anunció que ha logrado comenzar a producir por primera vez en Cuba aceite a partir del germen del maíz, el cual sirve para cocinar, debidamente procesado y refinado, según comprobaron con éxito al freír huevos y papas.
Así lo reveló como todo un titular la Agencia Cubana de Noticias, quienes precisaron que la «gran producción» inicial fue de unos 200 litros de aceite, obtenidos por la Empresa Productora de Glucosa y Derivados del Maíz (GYDEMA).
Esta fábrica, conocida popularmente como la «fábrica de glucosa», ya producía los tradicionales almidón de maíz, glucosa, vitman, y piensos, entre otros derivados obtenidos del maíz como principal materia prima.
De momento, solo han logrado con éxito el proceso de refinación inicial, y aunque ya han comprobado que sirve en el proceso de fritura de los alimentos, aún no se encuentra disponible como un producto comestible pues están trabajando en un segundo proceso de refinación.
Al parecer todo está listo para que el volumen de aceite de maíz sea suficiente para su consumo y comercialización a finales del próximo mes de junio o de principios de julio, cuando logren que tenga las características organolépticas y sensoriales optimas.
Los investigadores detrás de este líquido oleaginoso aseguran que todo son «ventajas» pues el aceite que se obtiene se puede utilizar además en otras lineas como la cosmética, y el subproducto del proceso sirve como alimentación animal, porque el germen extruido se puede utilizar directamente en la formulación del pienso.
Por ahora, solo les queda lograr la decoloración, pues es de un tono muy amarillo, y la desodorización, ya que transmite el olor y el sabor del grano de maíz a los alimentos con los que se utiliza.
Para la producción, cuenta con una planta casi que artesanal, construida por los propios trabajadores de la fábrica, con la que piensan montar una pequeña linea para procesar el aceite extraído dentro de la misma empresa.
Según precisaron las autoridades, el costo de esta planta «criolla» de refinación no fue superior a los 50 mil pesos cubanos (2 mil dólares aproximadamente), pues comprar una con la calidad requerida en el mercado internacional les hubiese costado no menos de 180 mil dólares.
En medio de la actual crisis de desabastecimiento, el Gobierno cubano ha vuelto a recurrir a las innovaciones tan particulares que se vieron en el recordado período especial. Así supimos hace pocas semanas que se comenzaría a producir nuevamente detergentes a partir del henequén, tras reactivar una vieja planta industrial en Cienfuegos que llevaba décadas sin funcionar.
