Un nuevo sismo perceptible en el oriente de Cuba se reportó hace solo unas horas por el Servicio Sismológico Nacional, y aunque no existe información sobre daños humanos o materiales, ya la población se encuentra alerta pues es el tercer fenómeno de este tipo que se sintió durante esta semana.
Este nuevo temblor es el sexto perceptible en lo que va de año y tuvo una magnitud de 2.6, el más bajo de los tres detectados en los últimos siete días. Según los datos de la prensa estatal, tuvo lugar a las 03:09, hora local, a 15 kilómetros al suroeste de esta urbe y 10 de profundidad, en las coordenadas 19.95 de latitud norte y 75.96 de longitud oeste.
Desde el municipio cabecera de la provincia de Santiago de Cuba y del Palma Soriano llegaron reportes de perceptibilidad.
Las personas que vivieron esta leve sacudida asegura que tras sentir el temblor un aguacero comenzó a apaciguar las altas temperaturas de estos días y a aliviar la sequía intensa que castiga estas tierras.
El Servicio Sismológico Nacional de Cuba informó este viernes de la detección de un otro sismo de magnitud 4.5 en la escala de Richter, que sacó en la madrugada a miles de cubanos de sus camas, cuando a las 6:00 a.m. (hora local) los equipos de la Red de Estaciones del Servicio Sismológico Nacional Cubano detectaron su epicentro a unos 40 kilómetros al sureste de la ciudad de Baracoa, en la provincia de Guantánamo.
El pasado martes se informó sobre de la detección de un temblor de magnitud 4.0, con su epicentro situado a 31 kilómetros al suroeste de Niceto Pérez, también en la provincia de Guantánamo.
Un sismo de 6.0 registrado en las aguas del Mar Caribe se sintió con fuerza en el occidente de Cuba, el pasado 16 de abril y tampoco se reportaron daños materiales o humanos. El Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas de Cuba reportó que el sismo tuvo una magnitud 6.0 y constituyó el tercero perceptible en el país en 2020.
El pasado 28 de enero un terremoto de magnitud 7.1 en la escala de Richter sacudió a varios países de la región caribeña, desde Jamaica hasta Cuba y Honduras, lo cual causó pánico entre miles de cubanos, sobre todo quienes estaban en edificios altos al momento del sismo. El evento no causó daños mayores, aunque sí algunos efectos en pocas residencias en el oriente cubano.
