El Gobierno cubano reconoció que ya se detectaron los primeros casos de transmisión local del coronavirus. Sin embargo, volvieron a insistir que el país se encuentra en «fase preepidémica», a pesar de que esta información es suficiente para demostrar que existe en la Isla «transmisión autóctona» para declarar la fase dos de la epidemia.
Según reveló el ministro de Salud Publica, José Angel Portal Miranda, al actualizar ayer viernes sobre la situación del coronavirus en Cuba, «ya se detectó el primer evento de transmisión local en el país, específicamente en el municipio de Cárdenas, de la provincia de Matanzas.
«Este paciente contagiado está relacionado con uno de los casos diagnosticados el pasado 21 de marzo y que se corresponde al animador del hotel Memories, del balneario de Varadero, cuya fuente de contagio fue un grupo de turistas italianos», precisó Portal Miranda.
«A partir de este paciente se identificaron 53 contactos, que se encontraban aislados y en vigilancia epidemiológica, de los cuales en días recientes resultaron positivos a la COVID-19 cuatro familiares y un amigo», agregó.
A pesar de esta situación, el Gobierno insiste en el que el país se encuentra en fase preepidémica, o fase uno, como si solo los casos confirmados fuesen de viajeros procedentes de países afectados, o casos locales que se han producido porque han tenido vínculos o contactos con esos viajeros.
La realidad de la información brindada por el titular de Salud Pública de Cuba tendría que haber provocado que el Gobierno cubano se pronunciara y declarara la fase dos de la pandemia.
Esta se ordena cuando existe «transmisión autóctona limitada» y se confirman casos en los cuales no se han podido establecer nexos directos con viajeros procedentes de áreas afectadas. Casi siempre está limitada a conglomerados pequeños, o una localidad del país, o una institución o centro en particular.
Unas horas antes, el MINSAP anunció 13 nuevos casos de contagios, que incluyen a un turista francés que llegó a la isla desde París y el resto son cubanos que viajaron desde el extranjero, entre ellos tres niños.
Con esos nuevos enfermos el acumulado asciende a 80, cifra que incluye a un italiano y un ruso fallecidos, un estadounidense que fue evacuado a su país por petición propia, y cuatro personas que fueron dadas de alta, entre ellos dos turistas italianas que estuvieron entre los primeros casos diagnosticados en la isla.




