La nueva crisis migratoria cubana ya se encuentra alcanzando cifras récord de nacionales dispuestos a darlo todo por salir de Cuba, incluso la vida.
Las aerolíneas en la isla se hallan abarrotadas por cientos de personas que esperan para conseguir boletos que solo los trasladarán fuera de Cuba y al primer paso de su peligroso recorrido hacia destinos más estables, como Estados Unidos o España.
Los viajes internacionales estuvieron férreamente suspendidos por muchos meses de cierre de fronteras en la isla a causa de la pandemia del coronavirus.
La crisis general que vive el país (económica, sanitaria, política y social) solo se agudiza y esto causa que casi todos sus habitantes deseen partir desesperadamente del agujero sin fondo en el que están inmersos.
Existen autodenominados «facilitadores» como Sergio, quien ofrece ayuda, a las afueras de las oficinas de aerolíneas en el Centro de Negocios de Miramar (La Habana), para saltarse las listas de espera, encontrar pasajes y planificar viajes. Comentó: «La mayoría de estas personas no regresan. Quizás algunos vayan a Nicaragua a comprar cosas, pero la mayoría está emigrando».
La mayoría de los países del mundo piden que los nacionales cubanos soliciten visado para ingresar en sus territorios. En el específico caso de Estados Unidos, los isleños deben también presentar un comprobante de vacunación con una vacuna aprobada por la FDA o por la Organización Mundial de la Salud (OMS), las que no son accesibles desde Cuba; y como las de producción cubana están aún en proceso de certificación internacional, esto ilegaliza la opción para los naturales de viajar al país norteño sin vacunarse primero en un tercer país.
Encima, el Gobierno nicaragüense eximió el requisito de visado para los nacionales cubanos, por lo que cualquiera con el dinero suficiente para asumir el viaje y con suerte y contactos para conseguir el billete de avión, tiene muchas facilidades para llegar a la frontera sur de Estados Unidos con México en cuestión de unos días desde la salida desde Cuba.
Muchos piensan que los Gobiernos socialistas de Cuba y Nicaragua se han asociado para originar una crisis migratoria en Estados Unidos como la sucedida en las décadas de 1980 y 1990. El senador republicano de Florida, Marco Rubio, aseveró al respecto: «La administración Biden debería responder rápidamente y tomar esto por lo que es, un acto hostil».
Justo después del anuncio de la entrada libre de cubanos a Nicaragua, los precios de los pasajes La Habana-Managua que ofrece la aerolínea Copa, se dispararon; y la compañía aérea venezolana Conviasa retomó los vuelos directos entre ambas ciudades desde este miércoles. Antes de esto, en octubre, se llegó al récord de 5.870 migrantes cubanos interceptados en la frontera estadounidense con México por su Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
La ruta migratoria por Nicaragua no solo resulta mucho más barata que muchas otras que atraviesan Sudamérica, Centroamérica y hasta países en Europa y Medio Oriente, sino que también evita muchos peligros como cruzar la indomable Selva del Darién, frontera natural entre Colombia y Panamá.
Miguel, un cubano que logró cruzar la frontera sur estadounidense en el mes de septiembre para reunirse con su familia en Texas, primero fue «a Moscú porque en ese momento no había vuelos directos a México. Estuve tres días en Moscú. Fui de allí a la Ciudad de México pasando por Turquía. Estuve en la Ciudad de México dos días, y luego algunas personas que conozco me llevaron a Mexicali y de allí crucé la frontera».
Para ser estado base en la travesía por países trampolín hasta Estados Unidos, tal vez el más común es Rusia, pues tampoco pide visado para los isleños, pero la nación euroasiática está comenzando a implementar medidas severas para detener este fenómeno migratorio.
A principios de este mes de diciembre, un grupo de 71 cubanos fue detenido en el aeropuerto de Moscú por sus autoridades migratorias nacionales por «no cumplir con los requisitos como turistas», como explicó el consulado cubano, por lo que fueron enviados de regreso a la isla.
Mientras muchos nacionales se arriesgan a cruzar fronteras rusas, serbias, bielorrusas y polacas, muchos otros optan por tirarse al mar y atravesar el Estrecho de Florida hasta las costas del estado norteamericano. Fueron 838 los migrantes cubanos que la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) ha interceptado en el año fiscal 2021, y han sido 410 los detenidos desde entonces.
La Patrulla Fronteriza de Cuba rescató en las cercanías de Santa Cruz del Norte (Mayabeque) a 23 personas que trataban de huir de la isla en una lancha rápida, pero solo 21 estaban con vida.
