El gremio tabacalero se ha volcado en una protesta contra el Grupo Empresarial de Tabaco de Cuba (Tabacuba), dirigido por el ex líder de la implementación de la estatal Tarea Ordenamiento, Marino Murillo. Los campesinos se hayan denunciado pobres condiciones de trabajo, y presiones y amenazas por parte de la entidad.
Los trabajadores han alegado recibir amenazas de multas y de decomiso de tierras (cedidas a ellos en usufructo) si no se cumple con el plan de siembra para la actual campaña.
Osmel Ramírez Álvarez, campesino tabacalero de Mayarí (Holguín), declaró al periodista Tomás Cardoso de Radio Televisión Martí: «Es una gran estafa los precios actuales que se le pagan a los campesinos [por sembrar y cosechar tabaco]. En este momento, lo que están es rompiendo las casas de cura y vendiendo la tela para que la gente haga sábanas en medio de la crisis, y la gente está decepcionada, porque decenas de campesinos aquí que producen capa han quebrado, habiendo producido su mejor cosecha».
Ramírez aseguró entonces que «la campaña, este año, está muy comprometida por eso, porque el desencanto es inmenso».
Tabacuba constituye el único comprador autorizado en Cuba a adquirir el producto de los tabacaleros nacionales, por lo que mientras los productores se ven forzados a vender el fruto de su trabajo al Estado a precios irrisorios, la empresas de este grupo se encargan de procesar, confeccionar y exportar habanos y cigarros de la mejor calidad del mundo.
El conglomerado dio un ultimátum a los tabacaleros, dándoles un plazo de hasta el 31 de diciembre para concluir la campaña de siembra.
Osmani Poveda Hernández, campesino de San Juan Y Martínez (Pinar del Río), señaló que «para el próximo mes de enero el gobierno les retirará la tierra a los campesinos, y hay muchos campesinos que van a entregar las tierras, porque el mismo gobierno no ofreció condiciones para cosechar el tabaco, y no se ha podido sembrar, hay un tremendo problema con eso».
Emiliano González, de Bayamo (Granma), alegó que todos los colegas de su municipio están negados a sembrar porque pese a que toda la capa de tabaco a cosechar allí será exportada a China, las condiciones para trabajar son pésimas. Contó: «La situación está bien complicada acá. De 15 cultivadores de tabaco tapado en esta zona, solamente dos están sembrando en la presente cosecha. Los insumos son muy caros, el agua, el combustible, los pesticidas, los abonos… y no es rentable como les están pagando el tabaco a los campesinos».
Daniel Alfaro Frías, de San Antonio de los Baños (Artemisa), precisó que los impagos a los trabajos del sector solo se agravan. Explicó: «Toda la ganancia es para el estado. Los trabajadores del tabaco no ven un dólar, les pagan con la moneda nacional, que no tiene valor ninguno. Las pocas cooperativas que están sembrando, lo están haciendo disgustadas y bajo presión de las autoridades, pero hay trabajadores que llevan hasta seis meses que no les pagan».
El líder de la Liga de Campesinos Independientes de Cuba, Esteban Ajete Abascal, alertó que el conflicto entre los campesinos y la empresa estatal viene de tiempo atrás, manifestando: «La situación con el combustible se sabe, la situación con los créditos se sabe, la situación del impago a los productores por la venta del tabaco se sabe… Entonces, ellos amenazan al campesino con quitarle las tierras; llega el momento en que los esclavos tienen que emanciparse».
El actual director del grupo empresarial, Marino Murillo Jorge, constituye una de las figuras principales de la política económica cubana, sobre todo desde finales del año pasado y durante este 2021, por ser el primer responsable por la ejecución de la desastrosa reforma económica nacional.
Murillo es Licenciado en Economía y se ha desempeñado con anterioridad como vicepresidente del Consejo de Ministros y miembro del Consejo de Estado, como ministro de Economía y Planificación (2009-2011 y 2014-2016), como vicepresidente del Gobierno, y como jefe de la Comisión Permanente para la Implementación de los Lineamientos del Partido Comunista (PCC).
El anuncio de Tabacuba del pasado 10 de noviembre en Facebook sobre el nombramiento de Murillo como su presidente, provocó una gran cantidad de reacciones negativas, resaltando su incapacidad para evitar que se agravara la crisis económica que se venía formando desde años anteriores en el país.
El propio Murillo reconoció recientemente que su ambiciosa reforma ha logrado una inflación en el mercado informal del 6.900%, la duplicación de los costos de la canasta de bienes y servicios de referencia que se habían diseñado inicialmente, y la caída drástica del poder adquisitivo de la población; todo a 10 meses de comenzada su implementación.
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