El humorista cubano Limay Blanco, quien a través de su programa «Cristo cambia vidas» ha estado ayudado a muchas familias en la Isla, acudió a sus redes sociales para una vez más solicitar apoyo de sus seguidores.
En esta ocasión, no para comprar una silla de ruedas, conseguir medicamentos para los necesitados o comprarle una casa a alguna familia desfavorecida, sino para intentar reunir 10 dólares para la adquisición de un local en La Habana en el que seguir haciendo la obra de Dios.
“Les pido que todo el que pueda me ayude quiero seguir esta linda obra de ayudar, pero estoy poniendo en riesgo la salud de mi familia hoy no les pido medicamentos ya que tengo a usa Europa y Canadá que me están surtiendo les pido que me ayuden con un dólar para comprar un local para separar esto de mi casa no podemos casi respirar por todos los medicamentos que están en la sala de mi casa y en un cuarto”, comentó el humorista visiblemente preocupado por la salud de su familia.
“También la entrada de personas en mi casa cuando vienen a buscar medicamentos por favor ayúdame a ayudar ? por zelle en miami al número 786 4994308 con liuda desde aquí de cuba también puedes donar solo escribe como puedo donar desde Cuba y te mando la tarjeta Dios te bendiga tu comentario solo quiero ayudar más”, escribió en un post de Instagram.
Los seguidores de Limay no han tardado en solidarizarse con esta nueva causa y han sido numerosos los mensajes felicitándolo por la labor que desde hace ya bastante tiempo viene realizando para ayudar a los más necesitados.
“Cuenta con mi granito no es mucho pero si es de corazón ases I’m excelente trabajo Dios te siga bendiciendo”; “Ahí les envié algo. No es mucho, pero toda ayuda cuenta. Gracias por todo Limay”; “”Ahí les envié algo. No es mucho pero toda ayuda cuenta. Gracias por todo Limay”, fueron tan solo algunos de los comentarios.
Limay, previendo recibir mensajes malintencionados, pidió en los momentos finales del video que no lo criticaran por lo que está haciendo sin tener conocimiento sobre lo que intenta lograr al disponer de un local en el que pueda almacenar toda la ayuda recibida e incluso poner una computadora y un teléfono para recibir llamadas y atender a las personas.
“Por favor, si no sabes de que estamos hablando no me critiques. Yo no quiero agrandar mi casa, lo que quiero es seguir ampliando esto que se llama Cristo cambia vidas”, concluyó.


