La producción de leche y carne de los campesinos cubanos se ha visto en riesgo a causa de las trabas y los estrictos controles del gobierno. Por lo que Jorge Luis Tapia Fonseca, vice primer ministro cubano, advirtió que si no se revierte la situación correrá riesgo la suplencia de la canasta básica.
El diario oficialista Invasor realizó un reportaje, donde se realizó una reunión entre Tapia Fonseca y las autoridades de la provincia de Ciego de Ávila además en ella estuvo presente el ministro de la Industria Alimentaria Manuel Sobrino Martínez. En esta reunión se reconoció que los incentivos del gobierno no han surtido efecto en la producción.
“Ni siquiera el precio de 20 pesos cubanos por cada litro ha logrado saldar el incumplimiento de leche a la industria láctea”, explicó.
Además las autoridades hicieron cálculos en papel basado en datos incorrectos. Expresaron que los ganaderos de la provincia que tuvieran más de 10 vacas deberían entregar al año alrededor de 550 litros para cumplir sus compromisos.
Hace poco un directivo local declaró que “el registro de Control Pecuario se guía por unos números y la diferencia entre lo real y lo que está en los papeles es de miles de cabezas. Si los planes se hacen por cifras que no son reales, el problema solo se agrava”.
La empresa porcina registró un déficit ya que la comida para los cerdos es carente. Según el vice primer ministro se debe “comenzar a incentivar en los productores la práctica de sembrar alimento animal, en especial, la proteína que deriva del maíz, la soya y el sorgo ante las dificultades con la importación”.
En la reunión no se habló nunca sobre la política de “ordenamiento económico” que ha causado tanto resquebrajamiento en la economía nacional.
Los precios se han disparado a causa de la dolarización y la cotización de la divisa, por lo que a los campesinos se les hace más rentable venderle a la población directamente que cumplir con el Estado, pues este ha obligado a comprar los consumos en las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC).


