Esta semana, el gobierno cubano presentó una nueva agencia para manejar transferencias electrónicas de efectivo a la isla desde el extranjero. Pero la gran pregunta que todos se hacen es… ¿por qué?
Orbit es el nombre de la nueva empresa estatal cubana para manejar el dinero, generalmente llamado remesas, que personas como los exiliados cubanos envían a los cubanos en la isla. Antes de la pandemia, ese efectivo totalizaba cerca de $4 mil millones al año, pero ha caído un 70 % desde entonces.
Eso se debe en gran parte a las restricciones que el expresidente Trump impuso a esas transferencias de efectivo desde Estados Unidos para sancionar a la dictadura de Cuba, que se queda con una parte de ese dinero.
No está claro si Cuba cree que la creación de Orbit podría persuadir al presidente Biden para que suavice esas restricciones, especialmente si el ejército cubano controla Orbit, tal como dirigía la antigua agencia cubana de transferencia de dinero, Fincimex, que Estados Unidos ha incluido en la lista negra.
“Todavía tenemos la misma pregunta, que es: ¿Quién controla Orbit?”, dijo John Kavulich, quien dirige el Consejo Económico y Comercial de EE. UU.-Cuba en Nueva York.
«Lo que sí hace es crear un poco de discusión nuevamente sobre estos problemas de dinero entre Estados Unidos y Cuba», añadió.
Es decir, una discusión sobre no solo si EE. UU. debería flexibilizar las medidas de Trump sobre las transferencias de efectivo a Cuba, sino también tomar medidas como abrir la inversión directa de EE. UU. en las incipientes empresas privadas de Cuba, así como el tipo de operaciones bancarias directas entre ambos país para facilitarlo.
“Hay empresas estadounidenses que dicen: ‘Déjanos entrar para ayudar a esta gente’”, dijo Kavulich. “Pero la Administración Biden ha estado esperando una solicitud de licencia para permitir la inversión directa en pequeñas y medianas empresas cubanas».
La Administración dice que todavía está “revisando” esas opciones de política hacia Cuba.


