Jordan Díaz, triplista cubano que recibió nacionalidad española hace poco, expresó que lo peor de no estar en su país es que puede que no vuelva a ver a su familia hasta dentro de 8 años.
El joven afirmó, en una entrevista dada a la revista de deportes Marca, que no le interesa haber renunciado a los Juegos Olímpicos de Tokio cuando abandonó su equipo el año pasado.
«La gente se fija en lo deportivo, pero a mí eso me da lo mismo. Lo duro será que quizás no pueda ver a mi familia los próximos ocho años. Y eso si los vuelvo a ver. Eso es lo duro. Porque solo tengo 20 años», expresó.
Jordan en julio de 2021 abandonó la selección nacional que había viajado a España para participar en el Meeting de Castellón, y ni siquiera compitió en ese evento.
«Desde mis 17 años ya viajaba con la delegación cubana varias veces a Guadalajara. Y el primer día supe que este era el lugar en el que quería vivir. Hablé con algunas personas, además de aquellas que ya conocía de las competiciones», relató.
El saltador se escapó del aeropuerto de Valencia cuando debía volar al meeting de Oslo, de la Diamond League.
«Cogí mi pasaporte y me fui de allí. Me fui a donde vive un tío mío en Zaragoza, él me dio techo y comida y gracias a él pude sobrevivir, le estoy muy agradecido», añadió.
En Zaragoza rápidamente contactó con Ana Peleteiro, quien fue medalla de bronce en el triple salto femenino en Tokio, y entrena con el cubano Iván Pedroso, campeón olímpico y nueve veces campeón del mundo en la misma disciplina.
«La contacté porque ya nos habíamos conocido. Es una gran atleta y le pedí ayuda a encontrar un mánager y a solicitar la nacionalidad española. Yo tenía claro que quería ser español», precisó. Nació en La Habana, hijo de un técnico en reparación de aparatos médicos y de una enfermera, recibió la semana pasada la nacionalidad española por carta de naturaleza, atendiendo a sus «circunstancias excepcionales».
Díaz, se encuentra entrenando hace dos meses en el Dream Team, bajo las órdenes de Pedroso. Este sábado debutará y representando a Barcelona.
Ahora vive en Guadalajara, capital de la provincia homónima situada en la comunidad de Castilla León.
«Me brinda la paz que necesita un deportista, la tranquilidad que en Cuba no encontraba para entrenar. Vivo en un piso con Héctor (Santos) y la verdad es que llevo una vida con muy pocos problemas. Mi hobbie es jugar a la consola», contó.
