El polémico concierto de los reguetoneros cubanos Kimiko & Yordy, que durante los últimos días había generado una fuerte controversia en las redes sociales por su elevado precio de entrada, ha sido finalmente cancelado, luego de la intervención de las autoridades en la provincia de Cienfuegos.
Según el anuncio oficial, la presentación de estos cantantes se realizaría en el club nocturno privado Buena Vibra Bar, este viernes 11 de febrero, y el costo por mesa se elevaba hasta los 24 mil pesos cubanos, con los cuales además se ofertaban dos botellas de Whisky y cuatro latas de bebidas energizantes de producción nacional.
En el día de hoy, el diario oficialista Granma publicó un articulo en el que fue entrevistado el subdirector de la Dirección Provincial de Cultura de Cienfuegos, Arturo Apezteguía Ibáñez, quien argumentó que aunque ellos no son los encargados de operar estos establecimientos privados, si tienen la autoridad para solicitar a la Empresa Provincial de la Música y los Espectáculos que les presente los contratos de los artistas para actuar en ese tipo de locales.
«Nos entrevistamos con el propietario del bar, quien argumentó que él no había sido el encargado de la propaganda del concierto en las redes. Sí era correcto, dijo, el pago establecido de 24 000 pesos por mesa, pero que se ofrecería mucho más de lo que rezaba en los carteles promocionales», dijo al mencionado medio una funcionaria del Gobierno Municipal de Cienfuegos.
Según explicó el dueño del citado bar, los reguetoneros Kimiko y Yordy no tienen firmado ningún contrato con la referida empresa ni con ninguna agencia de representación artística reconocida oficialmente en Cuba, por lo que para actuar se estaba valiendo de otro artista, el cual si estaba afiliado a estas, y ellos figuraban como invitados del mismo.
«En el Gobierno le notificamos al dueño del bar que, al margen del carácter de oferta y demanda, era un precio notorio. Y que el Grupo de Atención al Sector no Estatal se preocupa por la diversión y la posibilidad de disfrute de los jóvenes. No obstante, le expresamos que, con el contrato en la mano, evaluaríamos (a partir de cuánto los artistas le solicitarían a él, junto a otro grupo de condiciones y elementos). A continuación, él se comunicó con los artistas y ellos le manifestaron que no deseaban trabajar en esas condiciones, porque afirmaban que en otros lugares podrían recibir una mejor retribución», indicó Apezteguía Ibáñez.
