A raíz de la gran demanda que están teniendo las vacunas contra la fiebre amarilla en Cuba, el Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) regulará estos fármacos, necesitados por muchos viajeros en aras de ingresar al extranjero, según informó la entidad mediante un comunicado. Los biopreparados se han hecho indispensables últimamente, sobre todo desde que Nicaragua estipuló libre visado para los nacionales del país caribeño.
La institución refirió que, a partir del anuncio, el inmunógeno se destinará a las personas que tienen un alto riesgo de contraer la enfermedad por su exposición y agregó que el acceso a Nicaragua no requiere obligatoriamente el Certificado Internacional de Vacunación contra la fiebre amarilla.
Indicó, además, que «Cuba no tiene transmisión de fiebre amarilla desde el año 1904, por lo que, no es un país con riesgo de transmisión de esta enfermedad y en consecuencia a los viajeros que salen de nuestro país no se les considera viajeros procedentes de un país de riesgo de transmisión de la fiebre amarilla».
El lacónico mensaje divulgado por las autoridades de la Mayor de las Antillas no especificó bajo que términos se podrá acceder a partir de ahora a las vacunas contra la fiebre amarilla, las cuales son adquiridas por el Estado a través de la Organización Panamericana de Salud (OPS).
El Gobierno de Nicaragua exige el certificado de vacunación internacional contra la fiebre amarilla, desde enero de 2017, a todos los viajeros que lleguen a la nación desde de un área donde la OPS/OMS haya determinado la existencia de un riesgo de transmisión activa.
Entre los países de procedencia que han sido declarados como lugares de prioridad para este trámite, acorde a lo divulgado por el Ministerio de Salud del país centroamericano, se encuentran Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Guyana Francesa, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela.
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