Las redes sociales cubanas no descansan, colmadas de tantos anuncios solicitando divisas. La gran demanda compagina con una escasa oferta, provocando que se disparen los precios del dólar y del euro, llegando a alcanzar los 95 y 100 pesos, respectivamente, por primera vez en su historia.
«Pago los euros a 101 CUP si son más de 2.000», dijo un anuncio publicado en uno de los grupos de clasificados cubanos este mismo jueves.
El desespero que evidencia la furia migratoria se acrecienta, y a la par sucede lo mismo con la disposición de los cubanos por pagar más por estas monedas extranjeras. El Gobierno de Nicaragua, desde el pasado 22 de noviembre, informó que implantaba un sistema de libre visado para los nacionales de la isla, por lo que enseguida miles se lanzaron a la tarea de comprar divisas extranjeras en aras de pagar los altos precios de los boletos de avión a Managua, desde donde seguir la travesía hacia Estados Unidos.
Esperar un cambio en la tendencia del alza de los precios, que sube con cada día, es muy poco realista, considerando la inflación tan grave que está sufriendo el país.
«Ayer estaba a 76 pesos el dólar, pero yo quiero esperar a que baje porque quiero comprar 10.000. Lo vendí todo para poder irme vía Nicaragua, y tengo que sacar el mayor provecho a mi dinero, aunque si sigue subiendo tendré que comprarlos a como esté», mencionó Aimara hace solo dos semanas al medio independiente 14ymedio. Por fin, terminó comparándolos por 80 hace unos días.
Estos canjes conllevan un riesgo real a raíz de la circulación de billetes falsos y las estafas, dado que se efectúan al margen de la legalidad.
«Si voy a cambiar dinero siempre voy acompañado y con un marcador de billetes falsos. Siempre intento que sea en mi casa, o que por lo menos no sea en barrios marginales, porque el riesgo de que te den una paliza para quitarte el dinero siempre está presente», contó a dicha fuente Raidel, un residente de Centro Habana que lleva varios meses dedicándose a este negocio.
El valor del euro, a causa de la reacción en cadena suscitada por el aumento en el precio del dólar, también ha subido astronómicamente y, por tanto, el del dinero virtual en las tarjetas en Moneda Libremente Convertible (MLC) ha sufrido el mismo destino. En correspondencia, Cuba experimenta una de las mayores inflaciones financieras de las últimas décadas, conociendo que el devaluado peso puede resolver poco ante los altísimos precios de una serie de productos y servicios.
En estas transacciones, la MLC se compra a través de transferencias electrónicas, empleando para ello aplicaciones como Transfermóvil o EnZona. La compraventa, en este caso, se puede realizar de forma presencial o a distancia, siempre que exista un elevado nivel de confianza entre ambas partes.
Los precios de las divisas extranjeras, según se estima, continuarán una escalada.
«Los vendo al que mejor me los pague, no tengo apuro», dijo una de las respuestas de estos comerciantes, quienes fuerzan la venta de los billetes solicitando ser atendidos en el canal privado, y allí los venden al mejor postor.
Teniendo en cuenta que los billetes de alta denominación y en muy buen estado son los más demandados, los compradores deben enfrentarse a las limitaciones de entrada de efectivo que imponen muchos destinos, donde el máximo permitido consiste en 10.000 dólares sin declarar.
