En una reunión convocada en la noche de ayer por el Gobierno cubano con expertos y científicos del país, el doctor en Ciencias Raúl Guinovart alertó sobre un nuevo pico en el mes febrero, que deberá comenzar a disminuir en marzo
Según informaron las autoridades, «el impacto de la vacunación en el país y la aplicación de las más de tres millones de dosis de refuerzo contribuirá a reducir la letalidad».
La actualización de los protocolos de manejo preventivo de medicamentos, tratamiento terapéutico e ingreso, trascendió ayer martes en Cuba ante el avance de la variante Ómicron del virus del Sars-Cov-2, causante de la COVID-.
Según un reporte de la televisión local, en reunión habitual del grupo de trabajo del Gobierno para el tratamiento y control de la enfermedad fue analizado el incremento de los casos positivos, ascendente a 10 mil 934 solo en la primera semana de enero.
El ministro de Salud Pública, José Ángel Portal, subrayó que el promedio de contagios por día es de mil 367, contra 124 reportados diariamente en el mes de diciembre.
“Los mayores niveles de transmisión están en Pinar del Río (occidente), Camagüey (oriente), Matanzas (occidente), La Habana (occidente), Cienfuegos (centro) y Las Tunas (oriente)”, afirmó.
“El crecimiento va a ser rápido, pero también el descenso (…) El número de personas fallecidas en comparación con los confirmados será bajo”, dijo el especialista, en referencia al impacto de la vacunación en el país y de la aplicación de las más de tres millones de dosis de refuerzo.
En la reunión se confirmó que, aunque en Cuba continúa detectándose la variante Delta, pero ya predomina la Ómicron.
De ahí que el nuevo protocolo establecido prevé el ingreso en unidades asistenciales de niños menores de dos años, aquellos con esquema de vacunación incompleto o no inmunizados, pacientes en edad pediátrica con factores de riesgo, todas las embarazadas y puérperas, así como los pacientes no vacunados y quienes tengan un cuadro clínico que amerite la atención hospitalaria.
