Después de mes y medio donde el tema de conversación #1 era la extrema inseguridad que se veía en las calles cubanas (debido a una preocupante ola de robos, asaltos con fuerza y hasta asesinatos), muchos restaurantes en La Habana con gustado servicio de comida a domicilio han restringido esta prestación a horas del día.
El céntrico complejo de restaurante-bar y dulcería, El Biky, fue uno de esos, lo que ha levantado la demanda de mesas en el interior del local.
El restaurante de la esquina Infanta y San Lázaro decidió ceder ante la huelga y las protestas de sus mensajeros, los que se negaron a ser expuestos a las agresiones que cada vez alcanzan mayor frecuencia en la isla.
Uno de los trabajadores de El Biky le explicó a Vilma, una clienta que llamaba para hacer un pedido: «Los chóferes de las motos han formado crisis por todo este problema de los asaltos, tienen miedo de andar por la noche»; por lo que ella trató de apelar al convencimiento: «Me habían dicho que era hasta las 7 pm, por favor tenga en cuenta que solo han pasado 20 minutos desde las 7 y sólo quiero un cake, ¿No puede pedir a alguien de las motos que me lo alcance?».
No logró que el empleado se apiadara de ella, y él aclaró que el nuevo horario ya llevaba más de una semana funcionando «por las quejas constantes de los motoristas».
Efectivamente, las calles más concurridas de La Habana se hallan totalmente desiertas por estas noches, algo que demuestra tanto el temor de los transeúntes como de los conductores a transitar en horas donde la luz del sol no brinda algún tipo de protección.
Sobre este fenómeno, Vilma comentó: «Parece que hubiera toque de queda, se respira un ambiente raro».
El restaurante privado La Rosa Negra (Nuevo Vedado) informó sobre el recorte del horario de servicio al cliente el pasado 29 de diciembre vía Facebook: «Por motivos de seguridad hemos decidido reducir el horario en el que estará habilitado nuestro servicio de envíos a domicilio».
El servicio de reparto del lugar se interrumpiría a las 8:00 pm, según sus administradores; sin embargo, al día siguiente anunciaron que sería a las 6:00 pm finalmente en función de coincidir con el inicio de las horas de oscuridad en esta temporada invernal.
Los asaltos en aras de robar motos no son la única preocupación de los mensajeros, rol que se ha vuelto cada vez más frecuente y hasta imprescindible en las calles del país, sino además las agresiones para quitarles las mercancías. En este caso clasifican los llamados «clientes trampa», que piden un servicio para acabar emboscando al empleado y sustrayéndole todas sus pertenencias, el producto solicitado y el vehículo.
Yantiel, quien trabaja para un restaurante privado en Playa y para el popular servicio de mensajería Mandao, refirió: «Hay que andar a cuatro ojos en la calle y el problema de ir en moto es que uno es la propia carrocería, si te golpean con un palo o con otra cosa no hay manera de protegerse del golpe».
Los ingresos de estos locales se han visto severamente perjudicados a causa del recorte de los horarios de entrega. «La mayor parte de los pedidos llega en el horario más próximo a la comida de la noche y cuando no ofrecemos servicio a esa hora se gana mucho menos», admitió el propietario de una cafetería en Centro Habana que ofrece pizzas a domicilio y las distribuye en cualquier punto de la capital.
«No entro a la vivienda de nadie, no subo a ningún piso y llevo conmigo esto», indicó un joven que reparte comida pre elaborada mientras señalaba hacia un tubo metálico oculto en la parte inferior de la moto eléctrica. Y es que hasta en el horario diurno los mensajeros toman sus precauciones.
Según las autoridades cubanas, las cuales no se han pronunciado al respecto del incremento de la inseguridad en la isla, dichas denuncias en redes sociales «son sucesos ocurridos en años anteriores o noticias falsas».
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