Han transcurrido menos de 2 meses desde que el Gobierno cubano abrió finalmente sus fronteras al turismo internacional (una de sus principales fuentes de ingreso), y ya hay una nueva preocupación latente con la llegada a la isla de la variante Ómicron del coronavirus y la nueva ola de contagios que ha provocado.
El decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana, Dr.C. Raúl Guinovart Díaz, explicó que Cuba vivirá un nuevo aumento y pico de casos positivos al virus en las próximas semanas.
El especialista anunció que estima que la campaña de vacunación desarrollada en la isla sea suficiente para controlar el crecimiento del rebrote «en los primeros meses del año».
Manuel Marrero Cruz, primer ministro, llamó a la población cubana a no confiarse con su inmunización y continuar guardando todo tipo de precauciones y siguiendo los protocolos sanitarios establecidos de forma estrictamente, dado que el Gobierno no piensa retroceder en la apertura económica.
Destacó: «Hay que reforzar el sistema del ingreso domiciliario, porque no podemos contar con las escuelas, con las universidades, con las instalaciones turísticas que en otros momentos utilizamos para el aislamiento; es decir, que hay que apelar a un aislamiento con responsabilidad en los hogares».
De acuerdo con lo divulgado por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), el país presentó 967 casos positivos al cierre del 5 de enero, superando por más de 10 veces los enfermos diarios reportados hace una semana.
En cuestiones de días, los números nacionales se dispararon de entre 60 y 80 contagios diarios, a casi 1.000.
En el citado reporte, se precisó que 801 positivos fueron contacto directo de confirmados,133 se infectaron en el extranjero y 33 no tuvieron fuente determinada.
Ómicron se reportó en 13 provincias. El ministro, José Ángel Portal Miranda, notificó el lunes que habían 92 casos positivos a esa cepa en Cuba. Dijo: «La mayoría siguen siendo importados, aunque ya se confirman casos autóctonos».
Mientras, la población espera que este año no se llegue a los límites del verano pasado, cuando el sistema sanitario nacional colapsó totalmente.
