El arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor Dionisio García Ibáñez, condenó severamente el proyecto de ley que contempla el matrimonio igualitario en la isla y lo comparó (por su supuesta injusticia) con la legislación que amparó el sostenimiento de la esclavitud hasta el siglo XIX.
El religioso, durante la homilía del pasado 26 de diciembre por el día de la Sagrada Familia, alegó: «Desgraciadamente es así, hermanos. Se pueden buscar muchas teorías, se pueden legislar leyes; y no porque se legisle una ley se tiene que decir que es justa. En la vida, en la historia, muchas leyes han sido infames, por ejemplo, la ley de la esclavitud, y otras muchas más».
En la misa, dedicada completamente a las familias cubanas, la autoridad católica explicó: «Yo espero que, dentro de unos años, de la misma manera que hoy nos damos cuenta que estamos destruyendo la naturaleza, dentro de algunos años nos demos cuenta que estamos destruyendo la familia; y que, al destruir la familia, estamos destruyendo la célula fundamental de la sociedad».
Continuó puntualizando que la defensa gubernamental y popular del matrimonio igualitario responde a «la arrogancia de algunos que, de la misma manera que se ha destruido prepotentemente la naturaleza, ahora están empeñados en destruir a la familia natural como Dios la hizo, como Dios la creó».
El sacerdote ahondó: «Nos estamos preocupando mucho por ese mundo exterior que no queremos lastimar, que procuramos no gastar los combustibles fósiles porque el cambio climático nos va a destruir y… sin embargo la base natural, dónde nace los hombres, que es la familia, dónde es concebido el ser humano, engendrado por un padre, aceptado por el seno de la madre, no lo tenemos muy en cuenta».
García Ibáñez arremetió contra las personas que, según dijo, desean «igualar a la familia, esa creada por Dios, la familia natural, un hombre y una mujer que engendran; queremos equipararla a la unión de dos personas que por la propia naturaleza humana no pueden engendrar, se pueden querer, pero no pueden engendrar».
Continuando la línea de pensamiento, aseguró que «ese pequeño niño, también naturalmente, necesita de un padre y una madre», criticando la crianza de los hijos de familias compuestas por dos personas del mismo sexo.
«La unión de dos personas del mismo sexo no es una familia, aunque se quieran (…) El creer que la familia está constituida por un hombre y una mujer, no es solamente dominio del creyente. Eso lo cree una persona creyente y un no creyente, simple y sencillamente cuando mira la naturaleza, es así, y es así. Decir lo contrario es falso y tendencioso», agregó el clérigo.
Las declaraciones se dan después de que haya sido aprobado el anteproyecto del Código de las Familias en el Octavo Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular. El documento será sometido a consulta popular este año, del 1ro de febrero al 30 abril.
La población cubana tendrá la potestad de opinar sobre la vigésimo tercera versión del texto legal, el cual contempla el matrimonio igualitario, el cuidado de niños y ancianos, y otras cuestiones del entorno familiar.
El Código de las Familias será nuevamente revisado y llevado a referéndum popular, tras la consulta, en una fecha aún por determinar.
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