El Gobierno cubano anunció que se comenzaron a usar drones para tratar de revertir los malos rendimientos productivos que arrastra la industria azucarera, la que actualmente se encuentra inmersa en su peor crisis, con solo 56 centrales operativos (de los 156 con los que se contaba en 1959).
El director de la agencia de teledetección del Grupo Empresarial GEOCUBA, Homero Menéndez Pérez, declaró a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) que ya se están empleando tecnologías como drones con cámaras de imagen satelital, real y multiespectral, en estudios en los cultivos cañeros de Ciego de Ávila.
El directivo explicó que gracias al uso de estos instrumentos, se ha podido determinar el estado de estas plantaciones, detectando bejucos dentro de las mismas, pues estos dificultan los cortes de caña (tanto mecanizados como manuales).
El experto aseguró que los medios de reconocimiento también se utilizarán para la fumigación en la venidera campaña azucarera.
Ahondó: «La Unión Agropecuaria Militar de esta provincia se beneficiará con la asignación de drones, dispositivos que sustituirán las fumigaciones con tractores, lo que evitará la compactación de los suelos y los daños provocados a las plantaciones por maquinarias pesadas».
Precisó que los drones tienen la capacidad para asperjar hasta 3 hectáreas por vuelo (3 cada 15 minutos, logrando unas 80 hectáreas al día). También permiten ahorrar fertilizantes, minimizar los daños al medio ambiente y evitar afectaciones a cultivos adyacentes.
Detalló: «Al poseer cámaras con elevadas prestaciones, los drones pueden identificar, de manera puntual, las áreas afectadas por plagas o malezas, lo cual permite programarlos para fumigar sitios específicos».
Los altos funcionarios del Partido Comunista de Cuba debatieron en diciembre un programa de 93 medidas cuyo objetivo consiste en revitalizar la producción de azúcar y sus derivados, además de la generación de energía eléctrica tomando como base el aporte de los centrales.
La industria produjo apenas unas 800.000 toneladas métricas de azúcar sin refinar. La que fue tradicionalmente la más importante fuente de ingresos para el país produjo este año la cifra más baja desde 1908, lo que representa un cumplimiento del 66% del plan, el cual estaba previsto para cumplir 1.2 millones de toneladas.
«Desde el 2017 las producciones en el sector han estado decreciendo y el 2021 fue el momento más crítico», admitió la Presidencia de la República en su cuenta de Twitter.
«La situación es peor este año que el pasado y tomará tiempo revertirla», sentenció en noviembre un especialista cubano, quien pronosticó que los resultados de la cosecha serán incluso más reducidos en 2022.


