Esta Nochebuena en Cuba ha sido, sin duda alguna, una de las festividades navideñas más deprimentes vividas en Cuba en décadas, dado que la mayoría de las familias ha tenido que resignarse a no poder disfrutar de los tan tradicionales arroz congrí y lechón asado, debido a la severa inflación nacional que ha colocado a la carne de cerdo y a los frijoles negros como manjares inalcanzables para el cubano promedio.
Ahora, cuando el cerdo y los frijoles se venden a cifras récords de 350 y 120 Pesos Cubanos (CUP), respectivamente, la población ha rememorado cuando el Gobierno provincial habanero vendió una pieza de esa carne (pierna, paleta o lomo) a cada núcleo familiar de la ciudad a 21 CUP por cada libra, en diciembre de 2020.
Esta vez, cuando se vive la casi inexistencia de la oferta de estos productos en el país, las mismas autoridades decidieron regalar una libra de pollo por consumidor, con vistas a la cena del 31 de diciembre.
Francis Ramírez Peralta, una vecina de Luyanó (Diez de Octubre), comentó exaltada ante la noticia: «¿Recuerdas el pollo por pescado, eh? Bueno, este año lo que metieron fue pollo por puerco. ¡Acabaron! ¡Con el hambre vieja que hay!»
La mencionada libra de pollo gratis está contemplada dentro de un módulo (también gratuito) que incluye 3 libras de arroz y que se está distribuyendo esta semana. Las bodegas correspondientes a los más de 700.000 núcleos familiares censados en la capital cubana han podido optar, además, por comprar un combo de productos varios (un pomo sellado de litro y medio de Ron Bocoy, un litro y medio de ron a granel y 4 cajas de cigarros H. Upmann).
Pese a que la mayoría de los hogares en la isla llevan casi un mes luciendo todo tipo de luces navideñas, guirnaldas y arbolitos, el espíritu de las fiestas este año se halla inundado por una bruma de profunda tristeza, desesperanza y negatividad.
La habanera Maida Manrique, pobladora de Mantilla (Arroyo Naranjo), contó que fueron muchos los isleños que se vieron degustando jamonada, huevos o croquetas el 24 de diciembre, y que volverá a ser así este 31.
Explicó: «Hubo gente que se guardó el pollo para otro día tener segura la comida de los niños y los ancianos de la casa porque todo esto que han dado es para callarle la boca al pueblo en fin de año».
Los residentes de La Habana han notado cómo ningún producto de la canasta básica de productos y servicios (normados por la libreta de abastecimiento) se ha retrasado en cuanto a distribución en este mes de diciembre, cuando (prácticamente) el año entero la venta ha estado caracterizada por deficiencias y escasez.
De acuerdo a lo reconocido por la propia prensa oficialista, todos los municipios de la ciudad sufrieron atrasos de hasta 3 meses en la entrega de la cuota mensual de huevos y pollo, y muchos de ellos han recibido las asignaciones pertinentes en este mes.
Arnaldo Ballester, también vecino de Mantilla, precisó: «En este momento, como está todo, el pollo es un lujo. Pero los huevos son el salvavidas del cubano, con dos tú haces una tortilla y comen cuatro. No es bistec, pero te acuestas con la barriga llena. ¿Tú crees que no tenían para distribuir de mes en mes, y que de pronto consiguieron lo de todos los meses juntos? Claro que no, eso lo tenían planificado para esta fecha, para que el pueblo escapara el 24, el 25 y el 31 con esa basura».
Ivón Suárez, habitante de Regla, aseguró que no se cumplió con nada de lo que los delegados del Poder Popular habían prometido en las Asambleas de Rendición de Cuentas celebradas a principios de mes, alegando: «Nada llegó, sólo arroz. Cuento y muela como siempre, una librita de pollo y ron de mala muerte fue lo que tocó este año. Es lo que merecemos, por aguantones».


