El General de División Humberto Omar Francis Pardo falleció en La Habana, según confirmó el medio independiente 14ymedio. De acuerdo a la información brindada por fuentes anónimas, su cuerpo estaría siendo velado en la funeraria de Calzada y K, en el Vedado Habanero, aunque luego sería cremado a petición de sus familiares.
El citado medio precisó que una persona cercana a la familia les había revelado que el que fuera uno de los generales de mayor poder en Cuba llevaba años aquejado de Alzheimer.
Francis Pardo estuvo por muchos años frente a la Dirección General de Seguridad Personal (DGSP), el que se considera un departamento casi invisible dentro del Ministerio del Interior, pero que es sin lugar a dudas de los de mayor poder en la isla.
Bajo su mando trabajaban más de 3000 efectivos de las llamadas «brigadas élite» y las tropas de choque para el enfrentamiento a manifestaciones y protestas.
El General Francis Pardo fue relevado de su puesto en el mes de agosto del año 2016, cuando Raúl Castro decidió ubicar en su lugar en esta posición clave a su nieto Raúl Guillermo Rodríguez Castro, hijo de Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, el «zar» de Gaesa.
Hasta ese momento, dentro del esquema militar, el general Francis al frente de la DGSP comandaba una brigada anti atentados que estaba integrada por francotiradores y expertos en todo tipo de explosivos, además de un servicio de contrainteligencia, que en coordinación con otras agencias del Estado controla toda la información de esa cofradía, círculo familiar y amistades. El militar también estaba al frente de un departamento de relaciones internacionales que coordinaba con otros servicios secretos las visitas a Cuba de personas de interés y personalidades.
“Después de un largo período de estrés, y múltiples disentimientos, Francis sufrió un infarto cerebral, estuvo ingresado y luego pasó a una vida alejada de todo lo militar en su casa”, aseguró hace unos años un familiar del General destituido.
La DGSP estaba destinada a proteger la fuerza del mito, la integridad física y moral de Fidel Castro y el resto de los llamados dirigentes de primer nivel, llegando a contar con más efectivos que algunos ejércitos.
