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Viajar de una provincia a otra en Cuba se convierte en una tarea titánica y demasiado cara para la mayoría de la población

Debido al considerablemente grande fenómeno de emigración dentro de Cuba (de provincias del interior de la isla hacia La Habana), los flujos de viajeros hacia territorios ajenos a la capital se multiplican en los meses de verano y en fin de año.

Para los cubanos radicados en La Habana que viajan a sus provincias natales para celebrar las fiestas con sus familias, será aun más difícil en este 2021 completar este deseo, pues la recién iniciada «nueva normalidad» ha llegado con sorpresas, innovaciones y (por supuesto) más burocracia y tecnicismos.

El sector estatal de transporte de pasajeros creó un sistema en forma de aplicación móvil para que los cubanos pudieran reservar pasajes vía Internet. Sin embargo, la apk «Viajando» ha presentado múltiples deficiencias en los pocos meses que lleva activa.

Los usuarios de «Viajando» deben contar obligatoriamente con una cuenta bancaria asociada a la también apk cubana «Transfermóvil».

El sistema de reservación permite obtener boletos tanto para ómnibus como para ferrocarril. Para guardar el asiento, la solicitud de reservación se debe hacer con gran exactitud cronométrica, de lunes a viernes a partir de las 12 de la noche, con al menos un mes de antelación a la fecha en la que desea viajar.

Cabe destacar que como la oferta está ampliamente sobrepasada por la demanda, cualquier retraso en el procedimiento (normalmente, por la pésima conexión a Internet) pudiera comprometer el éxito.

Al interrumpirse la conexión mientras se intenta guardar la reserva, se puede perder todo el avance hecho en la plataforma por un breve tiempo que, usualmente, eliminaría todas las posibilidades de ese usuario para alcanzar su pasaje.

Encima, muchos son los cubanos que no cuentan con teléfono inteligente por motivos económicos o por preferencia (pues no se logran adaptar a ellos). La población de la isla está gravemente envejecida y eso hace que muchos ancianos tengan que caer en las garras de los que se aprovechan y cobran hasta 1.000 Pesos Cubanos (CUP) por cacharrear la aplicación y gestionar el pasaje.

No obstante, las reservaciones aún se pueden hacer presencialmente en las oficinas de las agencias, pero allí las kilométricas colas son constantes.

Además, no solo el Ministerio de Transporte ha reconocido que el sistema de transporte público en Cuba está funcionando a niveles mínimos de vehículos, sino que aún no se ha reanudado el traslado interprovincial de pasajeros hacia algunos puntos de la geografía nacional.

Los transportistas privados, mientras tanto, se han aprovechado del colapso del servicio para cobrar tarifas incosteables por suplir la demanda.

Eso sí, los turistas extranjeros no tienen ningún problema para viajar por Cuba, teniendo a su plena disposición las agencias Transtur, Transgaviota y Viazul.

El Gobierno cubano ha excusado estas deficiencias con la crónica escasez de piezas de repuesto, la falta de combustible, el desvío de recursos para trasladar enfermos y sanitarios durante la pandemia del coronavirus, y por el recrudecimiento del embargo.


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