Mientras más se acercan las tan señaladas fechas del fin de año, más el cubano se estresa por trazar la estrategia para conseguir alimentos para la cena de despedida del fatídico 2021.
Pese a que en Cuba nunca han hecho falta demasiados recursos para disfrutar de una buena fiesta, las expectativas siempre crecen en torno a las Navidades. Se acuerda en una sede familiar, se pone pone música y se saca el dominó, y hasta algún bailecito cae.
Asegurar tanto la bebida como la comida es la peor parte, pues el alcohol puede llegar a superar las 3 cifras en el mercado negro en Pesos Cubanos (CUP) por estos días.
La escasez de cerveza en el mercado nacional es cada día mas preocupante, pero si se unen unos pesos por aquí y por allá, unos MLC (Moneda Libremente Convertible) también, y se tira de contactos, se puede comprar alguna botella de vino o de ron.
El menú sí constituye la verdadera odisea, pero siempre se podrá garantizar congrí, alguna ensalada (aunque sea con un solo vegetal), alguna vianda (la que sea) y hasta el postre.
Eso sí, el tradicional puerco de fin de año no pasará por casi ninguna mesa cubana este 31 de diciembre; ni asado, ni frito, ni en bistec.
La libra de carne de cerdo en los escasísimos puntos de venta donde ha aparecido este mes ha oscilado entre los 200 y los 300 CUP de precio, algo incosteable para la gran mayoría de la población cubana.
Si conseguir unas libritas es casi imposible, no se puede pensar entonces en comprar un lechón entero para asar en púa o como dicten las costumbres en los diferentes puntos de la geografía insular, con los siempre presentes chicharrones.
Se prescindirá del puerco del fin de año y esta no es la primera vez que esto pasa, pues en los años 1971 y 1980, la peste porcina arrasó con la producción en esta rama y el país se vio obligado a sacrificar a más de 250.000 cerdos. No obstante, ese año estuvieron las masas fritas, las chuletas y el pellejo asado.
El Período Especial de los años 90 tampoco tuvo al puerco ausente, incluso con la economía más deprimida que ha experimentado Cuba en su historia, pues las familias armaron sus propias cochiqueras y criaderos de otros animales de ganado y de corral en sus patios, pasillos, balcones y hasta baños.
En este 2021, se ha logrado que la crisis económica, la inflación y la incompetencia casi que extingan una de las tradiciones mas fuertes de la idiosincrasia de la isla.
