Omar Ortega Mendoza fue procesado en juicio sumario y sentenciado a 10 meses de prisión. Su detención ocurrió el pasado 5 de julio, luego de denunciar el colapso sanitario en el hospital del municipio avileño de Morón, en el que trabajaba como camillero auxiliar.
La periodista independiente Dairis González Ravelo aseguró a Radio Martí que la criminalización de la denuncia del camillero constituye el motivo de la sentencia judicial, incluso cuando la causa legal haya sido estipulado como incitación a delinquir.
González Ravelo insistió en que «Omar Ortega está preso desde los primeros días del mes de julio, por el tema de la denuncia que hizo sobre la situación del hospital», añadiendo que, después de hacerle le juicio sumario hace dos semanas en el Tribunal Municipal de Morón, fue regresado al penal.
La periodista puntualizó que el camillero estuvo, en un principio, retenido en Ciego de Ávila, en el Departamento Técnico de Investigaciones de la Seguridad del Estado, y que después fue trasladado a la cárcel de Canaleta, donde estuvo meses «sin que le presentaran los cargos».
La casa del trabajador de la salud fue allanada el 2 de marzo, cuando había colgado un cartel de «Patria y Vida» en su propiedad. Al día siguiente fue detenido en medio de su jornada laboral en el Hospital General Roberto Rodríguez de Morón. Cuando fue liberado, recibió presiones para que abandonara el país por parte de la seguridad del Estado, pero rompió su pasaporte frente a la cámara en respuesta a las amenazas.
También en redes sociales, el joven denunció, el 27 del propio mes, que el director del hospital donde trabajaba lo había separado de su empleo a raíz de sus publicaciones en línea.
Además, en junio trasmitió en vivo la «situación caótica» en la que se hallaban los pacientes en medio del peor momento de la pandemia en Ciego de Ávila.
Ortega Mendoza indicó que con la directa pretendía llegar a las autoridades sanitarias provinciales lo antes posible para poder mejorar la situación en la que tienen que esperar los pacientes por ser atendidos, pasando varias jornadas durmiendo en bancos, sillas y colchones en el suelo del hospital.
El diario local Invasor informó en un artículo del mes de septiembre que las labores de reparación y reorganización del hospital de Morón comenzaron en agosto, incluyendo la restauración de la Sala de Especialidades Quirúrgicas, la ampliación de sus capacidades de ingreso, el arreglo de puertas y ventanas del recinto y la recuperación del mobiliario clínico.
Esta noticia fue dada días después de que el propio medio oficialista confirmara la denuncia de Ortega, mencionando casos de corrupción por robo de antibióticos y por no administración de medicamentos a pacientes.
Radio Martí comunicó que se realizó una auditoría ese mes en el centro, donde médicos militares detectaron irregularidades allí y se separaron a varios funcionarios de sus responsabilidades, como el Dr. Juan Carlos Villares, el entonces director (el mismo que había despedido al camillero).
González Ravelo alegó que Ortega Mendoza esta pasando por una situación crítica en la cárcel, donde no tiene acceso a llamadas telefónicas, a visitas o a salir a tomar sol, con pésima alimentación, y que está siendo «hostigado allí por un oficial de apellido Gamboa, que lo está cuestionando cada cinco minutos».


