Este lunes 15 de noviembre, el Arzobispado de Camagüey, y en particular el padre Alberto Reyes Pías, sufrieron un “acto de repudio” frente a su sede. El hecho fue coordinado por las autoridades provinciales y el Partido Comunista de Cuba (PCC), dada la presencia del primer secretario del PCC en la provincia, Ariel Santana Santiesteban.
Un internauta de Facebook denunció el suceso, compartiendo imágenes del espectáculo y escribiendo el siguiente mensaje: “El Arzobispado de Camagüey no estuvo exento de los actos de repudio que organizó el régimen con pequeños grupos de sus simpatizantes. Dentro del Arzobispado estaban el Padre Alberto Reyes y el Arzobispo de Camagüey Mons. Willy Pino”.
El sacerdote, quien es conocido por expresarse críticamente respecto a la situación de la isla, constituye una figura incómoda para el Gobierno cubano. La estrategia de movilizar una turba para intimidar fue utilizada una vez más, en aras de silenciar la honestidad y la valentía con la que expresa libremente este activo opositor.
La celebración de la Marcha Cívica por el Cambio estaba convocada para este lunes, tras la convocatoria de la plataforma Archipiélago, y fue calificada como ilegal e ilegítima por las autoridades del país. Factores como el despliegue de represores vestidos de civil, la militarización del país y la violencia institucionalizada por la Seguridad del Estado imposibilitaron que los manifestantes salieran a las calles.
Como el sacerdote, muchos otros ciudadanos cubanos fueron marcado por la Seguridad del Estado por sus opiniones y visiones políticas, por lo que este 15 de noviembre tuvieron una vigilancia policial frente a su vivienda o un acto de repudio.
“Quien agrede al arzobispado de Camagüey, no solo está agrediendo a un sacerdote, sino a toda la comunidad cristiana de la provincia y del país”, resaltó Henry Constantin, periodista independiente de La Hora de Cuba, en un reporte acerca del “acto de repudio” sufrido por las autoridades eclesiásticas en el territorio camagüeyano, el cual sucedió a las 2:00 pm, a solo una hora de que se congregara las personas para marchar de forma pacífica.
El propio padre Reyes denunció este domingo las amenazas gubernamentales contra aquellos sacerdotes cubanos que expresaron abiertamente su deseo de sumarse a la Marcha por el 15N.
«Se me acaba de comunicar del llamado para informar que ellos tienen conocimientos de la intención del padre Rolando Montes de Oca, el padre Castor José Álvarez [Devesa] y mía, de participar mañana en la manifestación del 15N. Y que ellos informan que si participamos en esta manifestación vamos a ser detenidos», afirmó el párroco.
“Un gobierno puede reprimir a una persona, en un lugar, en un momento, pero no puede reprimir a todas las personas, en todos los lugares, en todos los momentos”, escribió el padre a finales de enero, como parte de sus Crónicas del Noroeste, serie de denuncias sobre la realidad del pueblo cubano que viene publicando en Facebook desde hace algún tiempo.
“La impunidad es la posibilidad de jugar a ser Dios”, alertó. “Hundieron el remolcador 13 de Marzo, con niños dentro…, y no pasó nada. (…). No salimos de una crisis económica para entrar en otra…, y no pasa nada. Los jóvenes, el futuro de esta patria, emigran continuamente…, y no pasa nada. Se utiliza a los profesionales como mano de obra barata y se les priva del fruto de su trabajo…, y no pasa nada. Se le sigue llamando ‘Revolución’ a una dictadura…, y no pasa nada”, dijo el sacerdote entonces.
, dada la presencia del primer secretario del PCC en la provincia, Ariel Santana Santiesteban.){kind=link}