La severa crisis económica por la que atraviesa Cuba actualmente ha derivado en una escasez fulminante de medicamentos que resulta tal vez más peligrosa para la salud de la población cubana que la pandemia de coronavirus. De hecho, la situación epidemiológica parece controlada en el país, mientras que los antidepresivos, analgésicos, antibióticos y anticonceptivos continúan desaparecidos de la red de farmacias estatales.
Por tanto, las autoridades sanitarias nacionales han dispuesto que las recetas médicas solo tengan vigencia por una semana, dígase 7 días naturales, luego de expedidas.
Se ha procurado que cada médico de la familia esté vinculado a una farmacia específica, con la que debe comunicarse una vez a la semana para compartir información de los medicamentos que se han surtido.
No obstante, esta medida no podrá ayudar a paliar la enorme demanda de medicamentos que se venden como parte de planes de salud a largo plazo, fármacos conocidos popularmente como los administrados por «tarjetón».
Pedro Tanquero Riaño, director provincial de Farmacias y Ópticas (de la ciudad de Matanzas), explicó que «este resulta un tema muy complejo, pues nuestra empresa, junto con el Ministerio de Salud Pública, realiza la planificación del programa de medicamentos del año siguiente, donde se aprueban los inscriptos según cada patología y además se deja un por ciento para los nuevos casos. El problema es que el plan anda por un lado y la demanda por otro, y por tanto siempre hay insatisfacciones».
El funcionario admitió, en este caso, que el inventario semanal de medicamentos no funciona para que todos los pacientes perjudicados puedan recibir sus respectivos fármacos.
La venta de medicinas en redes sociales durante los últimos meses ha sido altamente criticada por el Gobierno y por la población en general, ya que no solo esas personas se están lucrando a raíz de un necesidad básica como es la atención sanitaria, sino también por los astronómicos precios que han alcanzado los medicamentos.
Tanto los ciudadanos de la isla como la comunidad de emigrados cubanos han coordinado cadenas y grupos de apoyo, a través de las cuales tratan de hacer llegar la mayor cantidad de medicinas a las personas que lo requieran.
El primer ministro de la República de Cuba, Manuel Marrero Cruz, justificó, durante una comparecencia especial en el programa Mesa Redonda, que el desabastecimiento de fármacos a raíz de la escasez de divisas y al arrenciamiento de las medidas del embargo estadounidense presionan a los proveedores de estos y otros productos esenciales.
La isla produce e importa actualmente un total de 619 fármacos, de los cuales 365 son de producción nacional y los otros 254 son completamente importados.


