La escasez de salbutamol golpea a los asmáticos en Cuba

Alfredo, un joven asmático de 29 años residente en el capitalino municipio Plaza, confesó que dejó de «creer en lo que el Gobierno dice» hace mucho tiempo, pues ha asegurado hallarse harto de escuchar excusas y promesas sobre la resolución del grave desabastecimiento de salbutamol, el medicamento más recetado en Cuba para los pacientes con su condición médica.

Después de jornadas de insistencia, al joven le explicaron en la sede del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) que «la producción es deficiente porque nos falta el aluminio».

El funcionario que finalmente atendió su llamada le dijo: «Pide en tus redes que los imperialistas levanten el bloqueo, para que podamos tener fármacos y muchas cosas más. Mientras, te recomiendo que des unos paseos por el Malecón para que el aire fresco alivie la falta de aire».

El conflicto telefónico terminó con el siguiente diálogo:
– «La culpa la tienen ustedes que son unos ineptos», gritó Alfredo.
– «A que no tienes los huevos para pararte en la Plaza de la Revolución y decir todo eso», lo desafió el trabajador estatal.

El muchacho se encuentra indignado y furioso por el tratamiento que se le ha dado a este problema de atrasos en la distribución del medicamento, pues al también tener un enfisema pulmonar, es parte de la población de riesgo ante el COVID-19, y ha tenido que exponerse a grandes peligros por acudir a instituciones sanitarias para recibir cuidados de urgencia por falta de aire.

Los cubanos que padecen enfermedades pulmonares y respiratorias se hallan desesperados tras meses sin posibilidad de adquirir este broncodilatador, además de no poder auxiliarse en el empleo de oxígeno medicinal, debido a su crítica escasez.

La directora de Operaciones y Tecnología de BioCubaFarma, Rita María García Almaguer, declaró a finales del mes de agosto a la prensa oficialista que el país se encontraba destinando esfuerzos para la total recuperación del escenario de déficit de producción y de nula disponibilidad de fármacos.

A 3 meses de aquellas alegaciones, la situación solo se ha agravado tras la llegada del primer frente frío de la actual temporada.

Aleida, una vecina del habanero municipio Cerro, contó que ella ha logrado abastecerse mínimamente con salbutamol en el último mes gracias a haber canjeado este por 2 cajas de cigarros Criollos, asegurando que estas transacciones se hacen más recientes en lo que la crisis económica y sanitaria se agudiza.

Los convalecientes de COVID-19 también han quedado afectados por secuelas respiratorias, por lo que cada vez es mayor la demanda de este fármaco.

Capitalinos han asegurado que un espray de salbutamol se está cotizando por entre 200 y 350 Pesos Cubanos (CUP) en el mercado informal.

Mientras La Habana agoniza de preocupación por el desabastecimiento, el resto del país ha tenido que aguantar por mucho más tiempo y en peores condiciones, como lo evidencian los mensajes y anuncios que circulan en las redes sociales: «Necesito salbutamol, pago al precio que sea», «¡Un aparato de asma por favor, aunque esté medio vacío, ayuda!», «Señores dos meses sin servir en las farmacias el medicamento imprescindible para el asmático, ¿qué sucede con la potencia médica?»