Las aguas albañales y los residuos de un matadero son los culpables de que una de las más importantes líneas férreas de la central provincia de Sancti Spíritus esté a punto de colapsar, debido al reblandecimiento y a la inestabilidad que estos factores han provocado sobre el terreno y la vía.
El diario estatal espirituano Escambray reportó que esta línea se halla en una situación crítica que podría traer consecuencias fatales si no se toman medidas al respecto con urgencia, pues por allí no solo pasan trenes de carga como los que trasladan los productos de la canasta familiar básica hacia dentro y hacia afuera de la ciudad cabecera, sino también muchos ferrocarriles de pasajeros que se mueven entre Zaza del Medio, Tunas de Zaza y La Habana.
El matadero Víctor Ibarra, cercano a la línea, ha hecho que el tramo de la vía más próximo a él se vea recubierto por desechos varios y por un agua sanguinolenta que queda constantemente acumulada entre los rieles del ferrocarril. El alto grado de contaminación de esta zona, El Rastro, ha obligado a sus vecinos a quejarse sobre la fetidez por años.
Para solucionar el problema, haría falta una respuesta conjunta de varios organismos estatales cubanos.
Se ha conformado espontáneamente una laguna de oxidación a unos metros de la base de la vía, debido a haber echado «dos vagones de piedras en la misma salida del tubo de desagüe», como alegó el presidente del CDR de El Rastro, Ernesto Bernal.
A causa de estas condiciones, el barrio es uno de los más afectados por dengue en el territorio.
Con el propósito de encontrar alimento para sus perros y cerdos, residentes de áreas como el barrio Loma de la Cruz acuden a buscar pellejos, vísceras o coágulos de sangre que salen por los registros de aguas residuales.
Uno de los «buzos» alertó a Escambray que en cualquier momento se puede producir un descarrile, pues él ha visto cómo «los trenes cargados se pasan más de media hora tratando de cruzar el tramo, allí la línea no tiene base y por momentos se hunde, los coches patinan y patinan, pero eso nadie lo ve».
Los vecinos también «contribuyen» a que línea tenga el aspecto de un potrero, dado que allí arrojan su basura, argumentando que Comunales nunca ha enviado sus camiones recogedores a esa zona del barrio.
La responsabilidad del mantenimiento de la vía corre a cargo de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Vías y Puentes del Ferrocarril.
Marielkis Rodríguez Álvarez, su directora, comentó que la entidad tiene el personal y los recursos necesarios para asumir las reparaciones, pero resaltó que la insalubridad en que están al menos unos 200 metros imposibilita tareas como llevar las brigadas, asegurar traviesas, cambiar fijaciones o rellenar los rieles enclenques con balastro.
