En una cola para comprar aceite comestible, una cubana residente en el reparto Cuba Libre, en la provincia occidental de Pinar del Río, tuvo una muy mala experiencia que la llevó a explotar públicamente, debido a la presunta confabulación de los trabajadores de un kiosco de venta regulada en moneda nacional con la Policía con vistas a acaparar y desviar productos.
“¡Es una falta de respeto! ¡Descarados que son todos! Sales de aquí y te venden el pomo de aceite a 300 o 400 pesos”, denunció, indignada, la mujer evidentemente alterada ante la mirada curiosa de otras personas presentes en la cola en cuestión.
Las autoridades del Comercio y la Gastronomía ponen a la venta una vez al mes, en kioscos y otros establecimientos estatales de este tipo, productos regulados por la cartilla de racionamiento como alimentos y artículos de aseo en Pesos Cubanos (CUP).
No obstante, dicha medida tampoco ha logrado garantizar cierto grado de equidad en el proceso comercial de cara a la población, además de que no permite que la compra de los artículos de primera necesidad suceda sin dificultades.
Recientemente, las redes sociales se han inundado de quejas por parte de varios cubanos, quienes han denunciado las extensas colas a las que se han debido enfrentar desde horas de la madrugada en aras de poder comprar pollo.
“Realmente no sé hasta cuándo va a ser esto! 4:30 am llegando a una cola para poder comprar un paquete de pollo por libreta, cada 15 días, es que no se dan cuenta que no podemos seguir así, veo a las personas fajadas, gritando groserías… como primitivos ante el avistamiento de un mamut”, refirió una internauta en Facebook.
Pese a que la opinión mediática durante los últimos meses ha estado enfocada hacia los actos represivos derivado de las manifestaciones del 11J, la escasez continúa siendo un problema cotidiano para los cubanos de a pie. A lo largo de este año y del pasado, se han denunciado situaciones similares constantemente, en medio de una crisis económica agravada por la pandemia del COVID-19.
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