Compra de combustible con tarjetas prepago: otro quebradero de cabeza para los cubanos

La compañía estatal cubana CUPET ha sido uno de los blancos de la crítica popular en estas semanas debido a la evidente crisis de escasez de combustible (que el Gobierno ha querido de alguna forma esconder) y por el profundo rechazo que ha causado el uso de tarjetas desechables y de recarga de combustible en los clientes y en los empleados de las gasolineras de la isla. El plan maestro con el que CIMEX pretendía eliminar los pagos con efectivo para la comercialización de combustible ha terminado siendo un rotundo fracaso, donde el pago electrónico a través de POS (máquinas de venta) también ha sido un fiasco.

Incluso el propio medio oficialista Cubadebate admitió que los problemas de este tipo en las gasolineras suceden diariamente.

El último fin de semana, las colas en los puntos de venta en la capital sumaban cientos y hasta miles de conductores y sus vehículos, enfrentando entonces situaciones ridículas a la hora de comprar.

En los servicentros es obligatorio abonar el monto con tarjetas prepago desechables, de adquisición en determinadas tiendas en Pesos Cubanos (CUP), por lo que muchos de los que esperaban en esas colas debían salir a cazar un lugar donde comprar dicha tarjeta.

Muchas fueron los clientes que quedaron varados en las gasolineras a altas horas de la noche, sin combustible suficiente para llegar a sus hogares y sin posibilidad de comprar las tarjetas por estar todo cerrado.

El cajero del CUPET habanero de Vento y Santa Catalina, Ledian Cepero Pérez, declaró al medio que el país no tiene la infraestructura necesaria para que estos sistemas funcionen correctamente, y es que los problemas no fueron solo por no contar con tarjetas, sino porque las operaciones solo se pueden hacer con una tarjeta a la vez, y habían clientes que llegaban con muchas tarjetas de 25 CUP (teniendo que ir de la caja a la bomba a despachar un litro por cada vez).

Opinó que esta es una disposición casi que absurda y demasiado restrictiva. Solo se pueden comprar tarjetas de 25, 75, 250, 500 y 1.250 CUP, y con cada tarjeta de 25 CUP se compra un litro de gasolina.

Las transacciones con los POS sufren de muchas demoras y bloqueos del sistema, y a veces se anuncian afectaciones al servicio por varias horas.

Cubadebate esclareció que durante un recorrido por cinco servicentros en La Habana, fue posible comprobar que en todos se aceptaba efectivo, así como otras formas de pago.

No obstante, la cola de vehículos en el CUPET de Santa Catalina y Boyeros era, más bien, porque la máquina para despachar estaba bloqueada, y nadie había ido a arreglarla en todo el día.

CIMEX, perteneciente al conglomerado empresarial GAESA, reconoció el sábado que han «recibido de diversos clientes reclamaciones o preocupaciones acerca de los inconvenientes con tarjetas de combustible en moneda nacional», por lo cual explicó que sus servicentros operan diversos medios de pago electrónicos.

Estas tarjetas, de acuerdo con la corporación, «tienen la ventaja de elevar la fiabilidad e inmediatez de los servicios, disminuir el uso de dinero efectivo, traslados de depósitos y gestiones con bancos buscando fraccionar montos significativos para devoluciones», pero resaltó que, «en muy reducidos casos, aparecen afectaciones en las comunicaciones, entre los POS y los bancos emisores de las tarjetas».

Por ende, agregó que se está trabajando en conjunto con ETECSA en «mejorar la conectividad y anchos de bandas, donde fuera posible, según las disponibilidades existentes».

También señaló que los clientes deben acudir a las oficinas más cercanas de FINCIMEX en los diferentes territorios cuando las comunicaciones entre los servicentros y los bancos emisores se ven afectadas sin posibilidad de solución, en aras de «gestionarles las devoluciones».

Lo anterior, sin embargo, «no justifica que algunos empleados en los servicentros no dominen a plenitud estas alternativas o no asesoren correctamente a los clientes ante estas u otras dificultades», como indicó.