El emblemático Estadio Latinoamericano, en La Habana, pasa a ser gestionado por emprendedores privados en un intento por rescatarlo

El Gobierno cubano ha dado la oportunidad de que la gestión de las instalaciones deportivas sea asumida por privados, y será el emblemático Estadio Latinoamericano, sede del equipo de pelota habanero Industriales, el primero de los recintos en pasar a manos de las «nuevas formas de gestión económica».

Este jueves, Juan Reinaldo Pérez, Comisionado Nacional de Béisbol, comentó que el estadio «será el primero en experimentar este cambio en el futuro cercano. El objetivo es que esas instalaciones «tengan su autonomía financiera y sean autosostenibles».

El Coloso del Cerro fue construido en 1946 y permaneció casi sin reparaciones por más de 60 años. En el año 2014, recibió una remodelación en aras de solucionar algunos de los más graves problemas que tenía, entre los que se encontraban «algunas sorpresas, pues los servicios sanitarios, el sistema hidráulico y sobre todo la techumbre estaban peor de lo que se había calculado», como contó en ese entonces un trabajador en las obras.

Se crearon, por tanto, nuevas áreas de calentamiento al fondo de los dogouts; las viejas jaulas de bateo se eliminaron y la zona foul se amplió. El acondicionamiento del terreno corrió a cargo de la Brigada Forestal de La Habana, poniendo nuevas capas de macadán, piedra, gravilla y arena, mientras que la empresa Aguas de La Habana intervino en la reestructuración del sistema hidráulico y la renovación de la cubierta.

Sin embargo, las críticas no se detuvieron, especialmente en lo relacionado con la conservación de la higiene en los aseos. Lo referente a los servicios recibió quejas por parte de muchos habaneros, quienes lamentaban la mala oferta gastronómica del recinto, que en épocas pasadas tuvo de lo mejor. Los particulares ya rondaban el estadio, limitándose a la venta de rositas de maíz o golosinas.

El Estado seguía administrando la pizzería y las cafeterías y, aunque la oferta era asequible, su calidad estaba muy lejos de ser aceptable.

El panorama es similar en otros recintos deportivos de isla, los cuales ahora podrán aprovechar la privatización para ofrecer mejores servicios a los fanáticos, aunque todavía es pronto para saber quién o quiénes van a ser autorizados por el Gobierno para gestionar estas moles, un tipo de tarea que requiere múltiples contrataciones en distintas áreas.

El comisionado también acotó que en la próxima Serie Nacional «todos los juegos serán de día», debido a «la compleja situación energética y el mal estado de las luminarias de algunos estadios». Sin embargo, señaló que intentarán «sustituir progresivamente las bombillas de alto consumo por tecnología LED u otra más económica para volver a jugar de noche».