El Estado cubano aún no ha pagado a decenas de productores cubanos por la entrega de leche extra a su plan mensual. El mismo prometió a los ganaderos que la remuneración por el sobrecumplimiento y la entrega del excedente al Estado sería en Moneda Libremente Convertible (MLC).
Las autoridades han excusado los impagos con supuestos problemas burocráticos bancarios, mientras que los productores pierden la esperanza de hacerse con el estímulo que se ganaron con su trabajo, el que sería la principal base para aumentar sus rendimientos.
La producción lechera en todo el país ha decaído considerablemente en los últimos meses. Tal es la situación que el periódico oficialista provincial de Ciego de Ávila, Invasor, alegó el pasado viernes que se ha entregado menos de la mitad de los 18 millones de litros pactados a ceder entre el sector privado y la industria láctea estatal.
En cambio, los productores que cumplieran con la entrega mensual de leche debían recibir 0,20 centavos de dólar y 9 Pesos Cubanos (CUP) adicionales por cada litro extra.
Esas divisas extranjeras se suponía que compraran gran parte de los insumos agrícolas necesarios para continuar con la producción, pues estos solo se venden a exagerados precios en las tiendas en esta moneda. Además, los ganaderos se hallan indignados porque el valor en el que el Estado les compra la leche continúa siendo muy bajo.
Funcionarios del Ministerio de la Agricultura, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y la industria láctea cubana han asegurado a los productores molestos que no se les ha pagado por falta de tarjetas para transferir el dinero.
Invasor reseñó que en la provincia se acordó que un representante de cada centro de producción acudiera al banco con los datos de todos sus compañeros a pagar para agilizar el trámite, pero han pasado varios meses desde entonces y continúan esperando su estímulo.
La situación es la misma en Las Tunas, donde directivos de su complejo lácteo declararon que el dinero está disponible, pero que se está esperando a que la sucursal bancaria determine la forma para pagar a los campesinos, pues ellos debían tener creada su cuenta en MLC.
Esta justificación no se sostiene por sí sola, pues aunque el Banco de Crédito y Comercio (Bandec) también se excusó en que no ha recibido el listado completo de los productores con derecho a la gratificación, hay muchos campesinos con cuentas MLC ya abiertas que no han recibido el dinero.
Francisco Parra, uno de los campesinos tuneros que esperan por su retribución, explicó que el pago en MLC solo beneficiaría a la producción y al Estado, porque mejorarían así sus condiciones de trabajo.
Los ganaderos se sienten muy frustrados y engañados con la situación, porque confiaron en que la promesa sería cumplida y produjeron mucho más de la cuenta, pese a las dificultades, para poder hacerse con mejoras y aditamentos para sus labores, los que solo se pueden obtener en tiendas en divisas que en el país no se cobran.
El Gobierno cubano pide resultados sin poner de su parte, pues la aplicación en abril pasado del paquete de 63 medidas para incrementar la producción agropecuaria nacional fueron las que fijaron estos acuerdos con los campesinos, los que han quedado inconclusos.
En aquel momento, el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca contó que estas decisiones tenían el propósito de eliminar «todas esas estructuras intermedias» que ahora impiden que los productores reciban su estímulo.
El poco entusiasmo que causó el anuncio de la implantación de estas medidas hace 6 meses se ha perdido totalmente. Los productores confiaron en que el Estado respetaría sus propias reglas sobre la flexibilización de venta de carne de res y leche de forma privada y sobre el pago en divisas y CUP por el excedente productivo entregado.
