La reapertura de centros gastronómicos estatales en La Habana ha traído consigo numerosas inspecciones en restaurantes y cafeterías. En varios de estos, las autoridades han detectado no pocas irregularidades.
Alteraciones en el peso de los productos ofertados, acaparamiento, venta de mercancía no certificada son algunas de las indisciplinas multadas en la capital con entre 8 000 y 10 000, según el Decreto 30.
Uno de los establecimientos visitados fue la pizzería Buona Sera, ubicada en la calle 23, en el Vedado, donde se detectaron violaciones en el peso de las pizzas. En lugar de tener 340 gramos se expendían con 210-215-220 gramos.
Según la información brindada por Orestes Yanes Mestre, coordinador de Programas del Gobierno La Habana encargado de la fiscalización y control, en el restaurante El Mandarín también se detectaron irregularidades como mercancía no identificada, violaciones de precios, entre otros.
En este último se identificó además acaparamiento de cerveza dispensada, pues los inspectores encontraron en taquillas y mochilas de varios trabajadores pomos de un litro y medio, en cuantía superior a la considerada para consumo personal. “Se hallaron 10, 15 pomos, incluso en una taquilla había más de 24”.
Todos los responsables fueron multados según el Decreto 30 del 2021. A los administrativos que lo permiten y no ejercen el control necesario, recuerda el citado medio de prensa, se le aplican multas de hasta 15 000 pesos.
“Lo más importante para el Partido y el Gobierno en La Habana no es la imposición de multas, sino que el producto vaya al destino para el cual fue diseñado. Es decir, que el pueblo reciba un servicio con calidad, y que estos productos no se conviertan en blanco del desvío, el acaparamiento y aprovechamiento por parte de personas inescrupulosas. Contra todo el que pretenda actuar de esta manera, recaerá el peso de la ley”, afirmó Yanes Mestre.


