InicioActualidadMavys Álvarez, la novia cubana de Diego Maradona en la isla, rompió...

Mavys Álvarez, la novia cubana de Diego Maradona en la isla, rompió el silencio tras 20 años: «Fiestas sexuales, drogas y no podía decirle que no”

Con solo 16 años, Mavys Álvarez conoció al legendario futbolista Diego Armando Maradona el viernes 1 de septiembre del año 2000, al escaparse un rato de su madre para dar un paseo por la ciudad de Matanzas.

De niña era delgada, rubia y de ojos claros, y fue cuando se acercó al Coppelia matancero que un hombre la interceptó para hacerle una propuesta muy interesante: acompañar a Diego Armando Maradona, pues se encontraba, según el relator, en una profunda depresión y a alguien para conversar le vendría bien.

Álvarez contó a América Noticias que pensó que el señor estaba loco, pero pasada una hora se dejó convencer por quien más tarde se identificó como el salvavidas del hotel y Carlos Ferro Viera, amigo de Maradona, que se encontraba a unos pasos.

La espiral en la que se involucró tras aceptar ser parte del círculo social más íntimo de la estrella argentina en la isla conllevó lujos no conocidos por muchos cubanos, pero también drogas, alcohol e impunidad.

Pisando un hotel por primera vez, Mavys fue trasladada en carro hasta el hospedaje del astro.

“En el hotel me recibió Guillermo Esteban Cóppola, un amigo de Maradona. Ahí me asusté muchísimo porque estaba en toalla y pensé lo peor. Unos minutos después me recibió Maradona. Conversó mucho conmigo y me dio confianza. Me cayó bien. Nunca se propasó. Me invitó junto a mi familia al día siguiente a cenar al palacio Dupont”, agregó en su entrevista.

El argentino se encontraba en la isla desde el mes de enero, una vez que llegó para rehabilitarse de su adicción a las drogas. Durabte su estancia, estuvo acompañado de sus padres, su esposa Claudia, el manager Cóppola, y su médico personal, Alfredo Cahe.

Alrededor de cinco años estuvo Maradona en el país caribeño, durante los cuales el futbolista posibilitó que Álvarez conociera unos cuantos lujos con los que los cubanos ni soñaban en ese entonces, como disfrutar de los servicios de restaurantes en dólares, discotecas y pasear.

“Yo era una niña. No tenía maldad ninguna. Él era un extranjero, un rico y se había fijado en mí. No podía decirle que no. Era un privilegio ser su novia”, dice Álvarez, ya pasadas dos décadas.

La joven se trasladó a la residencia de Maradona en Cuba: dos casas habilitadas para él y su séquito de amistades en La Pradera, un Centro Internacional de Salud.

Contó que sus padres tomaron la noticia con disgusto, pero ella no hizo mucho caso a sus advertencias por la rebeldía inherente a la adolescencia y la vida de desenfreno a la que tenía acceso gracias a Maradona. «Nunca imaginé que después me metería en las drogas de la que me costó tanto trabajo salir”, señaló a América Noticias.

“Al cabo de estos años me da pena de mí misma saber que tenía 16 años y fui parte de todo eso. Pero fue una experiencia más que tuve en la vida. No escogemos lo que nos toca vivir. Simplemente me dejé llevar”, sentenció.

“Fue impresionante ver la transformación de Mavys, de esa niña inocente y alegre que todos conocíamos a lo que se convirtió después de ser sumergida en ese mundo de alcohol y drogas. Fue muy duro”, dijo al medio Harold Crespo, un excompañero de clases de Álvarez que actualmente reside en Uruguay.

Sin embargo, Maradona no infringió las leyes cubanas con esta relación, según aseguró la abogada Laritza Diversent, coordinadora de Cubalex, una ONG que se enfoca en proveer asesoramiento jurídico a la sociedad civil cubana.

“En Cuba no se criminaliza las relaciones con menores de edad. A partir de los 14 años las niñas pueden casarse con el consentimiento de sus padres. Las relaciones sexuales sólo constituyen delito si se realizan bajo estupro, es decir, si el adulto utiliza el engaño o el abuso de superioridad sobre el menor”, explicó.

En cambio, la menor pudo haber sido acusada de cargos de «peligrosidad predelictiva», de acuerdo con lo que contó la especialista al medio, «que es la figura legal que utilizan contra las muchachas que tienen relaciones con turistas».

“Él me cayó bien. Me deslumbró. Fue una relación consentida”, dijo Álvarez, aseverando que nunca ejerció la prostitución, aunque hubiese sido, y aún es, una práctica común entre menores de edad en Cuba, especialmente si los clientes son turistas.


Mantente actualizado en tiempo real a través de nuestros canales de Telegram:

Noticias minuto a minuto

CubaCute en Telegram

Chatea con otros cubanos y discute de todo cuanto se te ocurre sobre Cuba

Grupo CubaCute en Telegram


Relacionados
- Advertisment -

Últimas entradas