El segundo sismo perceptible que sacude a Santiago de Cuba en la mañana de hoy domingo en apenas cuatro horas, disparó las alarmas de una población que convive con los temblores pero no se acostumbra.
A las 11:15, hora local, se sintió el estremecimiento, que aunque breve, no dejó dudas, tal y como lo confirmaron las llamadas telefónicas que desde diversos puntos de la urbe así lo atestiguaban.
Los datos en estos primeros momentos son preliminares y hay que esperar por la recogida de información de las estaciones del Servicio Sismológico Nacional, pero lo que sí es definitivo es que la tierra se movió bajo los pies o los cuerpos de los santiagueros.
Se trata del onceno fenómeno perceptible de este tipo en lo que va de año, y según datos preliminares, magnitud de 3.8 en la escala de Richter y epicentro en la principal franja sismogénica de Cuba.
La página web del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas indica que el movimiento telúrico, registrado a las 11:15, hora local, se ubicó a 20 kilómetros al suroeste de Guamá, en el área que se extiende al suroriente de la geografía cubana, entre la Sierra Maestra y el mar Caribe.
El décimo terremoto del año tuvo profundidad estimada de 5 kilómetros y sus coordenadas fueron de 19.851 grados de latitud y -75.928 de longitud.
Un domingo nada apacible viven los lugareños cuando a las 07:41, hora local, un terremoto de magnitud 4.4 en la escala de Richter los sacó literalmente de las camas, con epicentro en la franja sur-oriental, la mayor zona sismogeneradora de la geografía cubana.
Santiago de Cuba está ubicada muy cerca a la falla Oriente que limita las fronteras de las placas tectónicas de norte América y la del Caribe. Los terremotos fuertes que se han registrado en Cuba han ocurrido a lo largo de esta frontera de placa tectónica debido a que se necesita físicamente un área bastante grande en una falla importante para generar un evento fuerte.
En 2016 hubo un enjambre a partir de un fuerte terremoto de magnitud 5,5, al suroeste de esta ciudad, y continuaron en la zona otros de 4,8 y 4,7; o sea, no había mucha diferencia entre el primero y los restantes, no se veía un evento principal con sus réplicas sino varios de magnitud muy cercanas.
