El próximo 28 de septiembre, el Tribunal Municipal de San José de las Lajas en la provincia de Mayabeque, realizará el juicio de Roberto Pérez Fonseca, uno de los ciudadanos que rompieron la imagen de Fidel Castro durante las protestas del 11J.
El cubano, quien se encuentra en estos momentos en prisión provisional en el centro de Quivicán, resultó detenido el 16 de julio en su casa y trasladado a la unidad policial de la localidad.
Su madre, Liset Fonseca Rosales, denunció que su aprehensión sucedió a las 3 de la tarde y que fue golpeado en donde estuvo retenido.
La Fiscalía General de la República está pidiendo para el civil 12 años de privación de libertad bajo dos cargos de “atentado”, dos de “desacato”, “instigación para delinquir” y “desórdenes públicos”.
Según el informe al que el medio Radio Televisión Martí tuvo acceso, la Fiscalía alega que el cubano de 38 años se desplazó por las calles “gritando consignas contrarrevolucionarias”, e ignorando “la situación (epidemiológica) de alta complejidad” de su territorio.
El instrumento legal asegura, además, que finalmente se posicionó en el Boulevard, “liderando un gran número de personas a los que incitaba a lanzar piedras y botellas contra los oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria”.
La familia considera que la petición de condena para Pérez Fonseca responde a que “él fue uno de los que rompió la foto de Fidel Castro, y eso está grabado en video, y se hizo viral en las redes”, como señaló la madre.
Fonseca Rosales también destacó que en el documento no se menciona el testimonio de tres personas diferentes que acudieron a la PNR de San José, cuando estaba detenido allí, para declarar que él solo estuvo marchando, en contraste con las acusaciones oficiales.
La solicitud fiscal también afirma que el hombre arrojó piedras al policía Jorge Luis García Montero, siendo el propio oficial el que lo acusó directamente.
La condena a Pérez Fonseca, de concretarse, sería una de las más estrictas aplicadas a los manifestantes.
Rubén Remigio Ferro, presidente del Tribunal Supremo Popular de Cuba, señaló en una comparecencia televisiva que «se mantiene abierta la investigación de un grupo de hechos de extrema violencia y gravedad».
Se cree que son alrededor de 500 personas o más las que permanecen detenidas a raíz de las protestas civiles del 11 de julio, según el cálculo del Centro de Asesoramiento Legal CUBALEX, pues las autoridades cubanas no han divulgado todavía la cifra exacta.


