En la oriental provincia de Santiago de Cuba, donde está el departamento en el cual reside Inocencio Deliz en el barrio José Martí, se encuentra un hombre con una gran lucha interna. Si hija, está atravesando una dolorosa infección en el tracto urinario, pero es que la medicina que requiere, la Amoxicilina está a la venta por 500 CUP 12 cápsulas, y ella requiere urgentemente de 36.
Un tiempo atrás, había conseguido los mismos medicamentos por un precio menor, lo que indica que la situación de los medicamentos está cada día peor. Este ciudadano cobra 2500 CUP mensualmente, pero necesita para su hija estas pastillas, aunque adquirirlas represente una disminución significativa en las compras del mes.
La vez anterior que los había conseguido, se los resolvió una trabajadora en un centro de salud. Lamentablemente no es el primero, ni será el último en hallar los medicamentos de esa forma y por un valor tan elevado.
Por otra parte, tenemos a Hilda, quien consiguió en el Centro Hospitalario Saturnino Lora adquirir un Salbutamol la cantidad de 180 pesos cubanos ya que padece de ataques de asma.
En otra región del Oriente del país, en Holguín, justamente en la localidad de Vista Alegre, la compañera Noelia pudo resolver para su querido nieto, la cantidad necesaria de anestesia para poder atenderle debidamente una herida que se había hecho el joven.
Lamentablemente, no fue así el caso de Rosario, residente en la zona de Altamira, quien no contó con la cantidad necesaria y su hijo tuvo que aferrarse a ella para soportar el dolor de una sutura de seis puntos sin anestesia.
Como si fuera poco, la compra ilegal de medicamentos en los centros de atención a la salud pública no significa que lo que esté comprando sea confiable.
En el caso de Ofelia, le comenta al medio de prensa Diario de Cuba, que, después de dar 700 CUP por cada bulbo de Rocephin que adquirió, fue víctima de una estafa donde pagó por cuatro bulbos de agua destilada para su querido abuelo, por lo cual, al día de hoy, verifica los bulbos delante de quien se los consigue para que no le vuelva a pasar.
Aun así, muchísimas personas en Santiago no se pueden permitir costear estos valores por la comercialización ilegal de medicamentos. Las personas que no tienen una ayuda económica desde el exterior de la isla tienen que sufrir en las interminables filas de los establecimientos farmacéuticos. Las personas de edad avanzada y muchos de ellos con determinados padecimientos, arriesgan su salud y bienestar por lograr un ticket para poder adquirir los fármacos que requieren desconociendo si los que ellos requieren específicamente estarán en la farmacia.
Benito, un cubano agotado por la situación de las medicinas en el país y que además tiene leucemia, comenta que en toda la nación esta se está dando la compra ilegal de medicamentos y que ya no soporta adquirir los antibióticos que necesita por valores inimaginables por la calle.
Muchas personas declaran que esta situación se debe a la mala gestión del Estado ante el déficit de medicamentos, como, por ejemplo, Aimara.
También se ven muchas personas con enfermedades tratables, pero sin los recursos para pagar los medicamentos a los precios actuales. En Agüero, una localidad donde radican personas con poca entrada de dinero a casa, se observan personas con enfermedades como la bronquitis o la diarrea y por supuesto, con Covid-19. Aquí muchos hacen de tripas corazón para pagar medicamentos como la Vitamina C o el blíster de Metronidazol por 300 CUP, medicamentos que se abastecen en la farmacia pero que nunca alcanzan para todos.
En el caso de Leidis, comenta que cuando realizó una larga cola desde las primeras horas de la madrugada, cuando le llegó su turno, los medicamentos que ella requería se habían agotado. Discretamente dice que ella cree que entre las mismas farmacéuticas se lo comparten para venderlas a sobreprecio.
Por otra parte, en la localidad de Palma Soriano y Contramaestre, 100 milígramos de Labiomend cuesta 500 CUP. Este medicamento en específico es para tratar animales, pero debido a la situación de escasez de medicinas, las personas lo fusionan con Micocilén o agua con agua para aliviar el malestar que ocasiona la sarna, ya que la Permetrina no se ve en las farmacias hace más de 12 meses.
De acuerdo a la disponibilidad de los medicamentos en la farmacia, los fármacos se comercializan en la calle a precios inalcanzables. Todos sobrepasan los 200 CUP, a no ser que sean cápsulas individuales, pero pagar 200, 300, 400 y hasta 500 CUP o más por medicamentos es algo que nunca se pensó que fuese a pasar en todo el país.
Las personas que están detrás de los medicamentos controlados en la farmacia, tienen aún más difícil la compra por la calle, ya que estas medicinas son más complejas de conseguir. La Petidina, la Carbamazepina, la Morfina, entre otros fármacos tienen precios increíbles cunado están ausentes en los establecimientos de venta controlada.
Por supuesto varios medios de prensa han abordado esta situación, uno de ellos es el periódico Sierra Maestra el cual recientemente publicó un artículo acerca del mercado negro de medicamentos en el país. En dicho escrito expuso que urge encontrar a las personas que les facilitan a los revendedores los fármacos, para así cortar el mal de raíz.
Por otra parte, no existe un medio de prensa que haya puesto en jaque la decisión del Estado de producir y destinar grandes cantidades de dinero para conseguir sus propias vacunas en vez de comprar las que ya existían y más recursos para enfrentar la pandemia en el país, además de medicamentos y recursos para mejorar la producción de los mismos en la isla. Muchos se preguntan por qué la isla no se incorporó al proyecto COVAX ya que de esta manera hubiese economizado bastante materia prima y el pueblo cubano se hubiese vacunado antes contra la Covid-19.
Además, los periódicos de la isla no debaten el por qué, de la planificación de inversiones del Gobierno en el que se diferencian los recursos que van hacia la creación de nuevas instituciones turísticas de los que van a centros hospitalarios.
Sin embargo, los periodistas del país están muy concentrados en las personas que dominan y controlan el mercado negro, que da la impresión de que no se tiene pensada una respuesta o un plan de acción para esta problemática de las medicinas en la isla.
La máxima representante, la directora de Operaciones y Tecnología de la compañía de CioCubaFarma, Rita María García Almaguer, expresa que la situación de la escasez de medicamentos tardará un buen tiempo en resolverse.
En Santiago de Cuba, la directora a nivel provincial de la red de farmacias y ópticas de la oriental provincia de Santiago de Cuba declaró para la televisión cubana a través del espacio «En línea contigo´´ que existe déficit de 182 medicamentos, ya sea por escaza materia prima para su producción o debido a obstáculos que se prestan a la hora de traerlos de otras naciones.
