Juan Carlos García Granda, ministro de Turismo de Cuba, defendió en la emisión de este jueves de la Mesa Redonda la venidera apertura de las fronteras nacionales al turismo internacional, a partir del próximo 15 de noviembre, para poder potenciar de una vez la muy empobrecida economía cubana actual.
En su intervención, el titular de Turismo tuvo que reconocer que el anuncio de la reapertura del sector turístico cubano preocupó mucho a la población, debido a que implicará un agravamiento significativo de la ya profunda crisis sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus. Sin embargo, se excusó alegando que para esa fecha, más del 90% de la población cubana estará vacunada.
Afirmó que el avance de la campaña de vacunación masiva en la isla debe mejorar considerablemente la situación epidemiológica, con más de 2 meses para cumplir con esta condición, para lo que expresó: «Hay que tener confianza, hay que tener fe; nosotros la tenemos, la necesitamos».
El funcionario dejó más que claro que el turismo es un pilar clave para la economía cubana, un sector estratégico que tiene peso en las exportaciones y dinamiza otros sectores.
Explicó que se anunció sobre este suceso con tanta antelación porque la actividad turística se tiene que planificar con suficiente tiempo para la concertación de contratos, planeamientos, permisos y mucha logística.
Subrayó que como más del 75% de las compras del sector se realizan a industrias nacionales, estas requieren de preparación, lo que, «en 66 días, implica un gran esfuerzo».
García Granda manifestó gran confianza en la certera realización de los procesos de vacunación en los países que constituyen grandes emisores de turistas a la isla, alegando que merece la pena correr el alto riesgo que implica la llegada de visitantes foráneos al país.
Precisó que Canadá ha vacunado al 74% de sus habitantes con alguna dosis, y otros países como Francia, Reino Unido, Alemania y España también presentan cifras esperanzadoras.
Destacó que se comenzarán a flexibilizar los protocolos higiénico-sanitarios vigentes con la llegada de turistas, y se concentrarán esfuerzos en la vigilancia de pacientes sintomáticos y la toma de temperatura.
Informó que «se realizarán pruebas diagnósticas de manera aleatoria, no se exigirá PCR al arribo y se reconocerá el certificado de vacunación de los viajeros».
Aseguró además que la apertura al mercado turístico interno se concederá de forma gradual y «en correspondencia con los indicadores epidemiológicos de cada territorio».
