Este miércoles, la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) comunicó que ocurrirán interrupciones del servicio eléctrico programadas para las próximas jornadas, a raíz de «limitaciones tecnológicas y averías en la generación térmica».
Un comunicado de la entidad divulgado a través de medios de prensa oficiales resalta que, teniendo en cuenta las condiciones mencionadas, a las termoeléctricas y resto de unidades generadoras de la isla les será imposible satisfacer toda la demanda.
La UNE detalló que a dicha problemática se suma «la salida imprevista de servicio de la unidad 1 de la Central Termoeléctrica (CTE) Lidio Ramón Pérez, debido a una avería en la caldera, que deberá concluir los trabajos de reparación en cuatro días».
En aras de aplacar la dificultad, la compañía aplicará el «esquema de bloques de afectación», el cual consiste en provocar apagones programados en diferentes lugares de cada territorio, que pueden duran entre cuatro y cinco horas.
Un comentarista señaló en el portal digital Cubadebate que «ya no saben que inventar para quitar el fluido eléctrico. Todas las semanas es lo mismo. Hay personas enfermas en casa y al menos un ventilador no los sofoca tanto».
Otros internautas resaltaron en el mismo foro que los cortes del servicio han sido un factor invariable en la cotidianidad de los cubanos desde hace meses, a pesar de los procesos inversionistas a los que han sido sometidas varias de las termoeléctricas.
Uno comentó que «en Guantánamo se están pasando: la quitan sin avisar en ningún medio de prensa, y no una, sino dos veces en el día. Revisen eso por favor».
La UNE difundió una nota en Telegram en la que precisa más profundamente la situación. En la misma esclareció que fue necesario «afectar el servicio por déficit de capacidad de generación» ayer a partir de las 19:15, a causa de que no entró en el servicio la unidad 5 de Energas Boca de Jaruco y que la de Manzanillo quedó sin combustible. También influyó que hubo un aumento de la demanda «superior a lo pronosticado en 102 MW». Además, se ha puntualizado que el diseño de las termoeléctricas no contemplaba un uso mayor a los 35 años de vida útil, los cuales casi todas las unidades superan, sumado a la falta de mantenimientos apropiados y la imposibilidad de adquirir as piezas de repuesto en el mercado internacional.
Vetustas termoeléctricas, uso de un diésel más sulfuroso e imposibilidad de ejecutar mantenimientos programados en unidades generadoras de energía porque otras salen de circulación fuera del cronograma previsto. Estas y otras muchas causas inciden directamente en la insuficiente capacidad de generación de electricidad en el país, lo que a la larga provoca los apagones.
«El Sistema Eléctrico Nacional ha estado operando con muy bajos niveles de reserva», dijo ayer, en el NTV, el ministro cubano de Energía y Minas, Liván Arronte Cruz.
Arronte informó que trabajan de forma interrumpida en la reparación de varias calderas de las centrales eléctricas en todo el país, pero ni siquiera tienen la certeza de que el problema pueda ser resuelto a la mayor brevedad.
