En medio de una grave crisis energética que provoca prolongados apagones en toda la isla, los generadores eléctricos se han convertido en el más demandado artículo para la población.
Verónica Echavarría, vecina de un biplanta en la barriada habanera de La Víbora, contó que compraron en el mercado informal una pequeña planta entre los residentes del edificio para mantener alguna que otra luz encendida y priorizar los ventiladores, la que les costó más de 600 Dólares Estadounidenses (USD).
En la red de comercio ilícito nacional se venden estos equipos porque son lo mismo importados de forma particular desde el extranjero (gracias a los pocos vuelos que aún salen y entran al país) o contrabandeados directamente de las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) donde el Estado los oferta.
Recientemente, la tienda en MLC de dispositivos electrodomésticos de la Plaza de Carlos III (La Habana) comenzó a vender los modelos iGen4500 de 4.500 vatios máximos e iGen4200 de la marca Westinghouse, por valor de 2.355 USD y 1.565 USD, respectivamente. Estas cifras evidencian la grave inflación que impone el Estado cubano en sus establecimientos comerciales sobre productos importados.
Aunque estos dispositivos portátiles, de gasolina, con ruedas y bastante silenciosos, podrían ser la solución ideal para sobrellevar los insoportables cortes eléctricos en la isla, los precios excesivos que les asigna el Gobierno imposibilita la gestión.
Ismael, un comerciante privado de 34 años que se ha especializado en importar este tipo de equipos desde México, aseguró que estos tienen gran demanda porque son más baratos, aún cuando él oferta una «gama más sencilla y compacta», menos potente que la dispuesta por el Estado cubano.
De hecho, uno de los detonantes principales de las manifestaciones en Cuba el pasado 11 de julio fueron los larguísimos apagones de los últimos meses, pero el Gobierno no ha mostrado demasiado interés por solucionar el problema.
Por un valor ligeramente superior a los 1.000 dólares se encuentra la iGen4200 de Westinghouse en los sitios de clasificados cubanos, pero personas que han adquirido estos dispositivos recientemente recalcan que «se trata de equipos complicados y es mejor tener los papeles de importación o de compra oficial bien claros», por lo que muchos dueños de negocios, que los necesitan para poder conservar insumos refrigerados durante apagones, no se pueden dar el lujo de comprarlos en el mercado informal por lo traer papeles.
Señalan entonces que es mejor en estos momentos adquirirlos por la vía legal, y al final pueden durar muchos años si se cuidan.
El Gobierno flexibilizó hace unas semanas las normas aduaneras para la importación de paneles solares y otros dispositivos que generen energía a partir de fuentes paralelas a los hidrocarburos, pero los cuentapropistas aún no tienen creadas las facilidades para comprarlos.
Mientras, los problemas surgen, al no poderlos instalar dentro de las viviendas en el molesto olor que desprenden y el ruido que generan, pero situarlos en el exterior es un robo en potencia.
Los dos dispositivos, más la caja para cuidarlos y el gasto en combustible mensual, asciende a un costo inasequible para muchos, pero resultan indispensables en un país que va de apagón en apagón.


