La periodista Arleen Rodríguez, una de las voceras más acérrimas del Gobierno cubano, reconoce que se está «pidiendo cárcel» para Yomil por su canción ‘De Cuba soy’

La periodista Arleen Rodríguez Derivet, devota defensora y vocera del oficialismo cubano, afirmó en el programa que conduce «Chapeando bajito», transmitido por la emisora nacional Radio Rebelde: «Que se asomen a las redes: se está pidiendo cárcel, literalmente para esta ofensa a la nación cubana», en referencia al reguetonero cubano Yomil por su recientemente estrenado tema «De Cuba soy».

La reportera aseguró que «las redes están calientísimas, yo diría que groseras, a partir de una canción, si es que se le puede llamar así, muy lesiva al honor de los cubanos», discurso coherente con la postura que afirma tener en sus espacios de difusión mediática de defender «la verdad de Cuba en tiempos de agresiones mediáticas».

Aunque no hizo mención explícita de Yomil o de Yimit Ramírez (realizador del polémico videoclip, objetivo principal de la cólera oficialista), la referencia resultaba obvia.

La reconocida intelectual cubana compartió en la plataforma radiofónica un diálogo sostenido entre supuestos youtubers prorégimen, los que afirmaron que este tipo de acciones están pagadas.

Al debate se sumó la periodista de Radio Habana Cuba Bárbara Betancourt, la que alegó: «Le están haciendo un afrenta a la patria y a todos los cubanos».

Consideró que: «Con independencia de ideología, realmente manipular de la manera tan grosera a figuras que están en el corazón de todos los cubanos (…) no es más que una afrenta».

Ambas profesionales suelen acompañar al presidente cubano y primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), Miguel Díaz-Canel, durante sus visitas oficiales al extranjero y en recorridos por el propio país.

El vicepresidente de la oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Pedro de la Hoz, arremetió la semana pasada contra las mismas figuras culturales cubanas por la canción, exigiendo desde su plataforma escrita que se le aplicara a ambas el Artículo 204 del Código Penal «para el que públicamente difame, denigre o menosprecie a los héroes y mártires de la Patria».

De la Hoz alegó sentirse indignado particularmente por el peculiar uso que se le dió a la imagen de varios próceres de la independencia de Cuba (como José Martí, Antonio Maceo y Mariana Grajales), los que salieron ‘cantando’ y mostrando celulares con las imágenes y vídeos de las protestas del 11 de julio en Cuba, donde también participó el propio Yomil.

El portavoz gubernamental comentó enérgicamente: «Quienes denigran los símbolos de la Patria, no son cubanos. No pueden serlo cuando en un acto de naturaleza infame manipulan, pervierten y degradan a los héroes que entregaron su sangre y sacrificaron sus vidas por la dignidad de todos, la de sus padres y hermanos, vecinos y allegados, dentro y fuera de la Isla, incluso la de ellos mismos antes de que decidieran desnaturalizarse y echar por la borda valores éticos elementales».

Como era de suponer, Yomil advirtió desde sus redes sociales horas después del lanzamiento de la canción que «ya empezaron las amenazas por las redes. Si me pasa algo, ya saben. Tengo un pueblo de testigo», y compartió una captura de pantalla donde se llamaba a procesarlo penalmente por el artículo citado.

Desde su cuenta de Twitter, el artista ahondó: «Aquí está la izquierda radical, la cual me amenaza y ofende. Esta es la prueba de que ustedes no quieren un cambio na’, porque en mi canción solo pedí unión y respeto a la libertad de expresión. El que esté en contra de eso es un verdadero traidor a la patria».

En evidente alusión al Gobierno cubano, precisó: «Ellos sí pueden usar la imagen de los mártires para sus actos políticos y doctrina, pueden manipular la historia y los libros, pero entonces un artista cubano que lo muestra exponiendo la verdad de la realidad del cubano no lo puede hacer, eso sí es manipular la información».

Hasta este viernes, el videoclip ha acumulado 543.085 visualizaciones en YouTube, más de 44.000 ‘Likes’ y 2.780 ‘Dislikes’.