Cuando el nuevo curso escolar está a unos días de comenzar, en el país no hay rastro de la base material de estudio (como libretas y lápices) necesaria para que los estudiantes puedan llevar a cabo sus deberes, recursos que el Gobierno tiene la responsabilidad de proveer.
Aunque en la Mesa Redonda de este miércoles comparecieron todas las máximas autoridades de Educación de Cuba, muchas dudas quedaron sobre el reinicio de las clases en plena pandemia de coronavirus, justamente cuando el país sobrelleva la peor ola vivida de contagios y muertes. Por esta razón es que el curso continuará en la modalidad de teleclases para las enseñanzas primaria, secundaria y media.
Ana Miriam Rosado, enfermera con una hija de 11 años de edad, afirmó que las ‘aclaraciones’ ofrecidas en el espacio televisivo estatal fueron demasiado imprecisas y que ella esperaba que se publicara de una vez la programación de las asignaturas en la parrilla televisiva, cosa que no sucedió.
Explicó que su niña ya está estudiando el Sexto grado, pero que «no ha podido terminarlo porque fue interrumpido» hace unos meses, y hasta confirmó con su maestra que el contenido que se impartirá en las teleclases será una consolidación del ya dado (mal dado, además).
Rosado comentó que aún tienen en la casa los mismos materiales que recibió su hija cuando cursaba el Quinto grado, el que ya cerró y hasta le dieron las notas finales, pero ya no quedan «libretas, ni lápices, ni portaminas».
Lamentó, con un tanto de furia, que no se pueda comprar material escolar ahora como se podía hacer antes (lo que siempre se hacía para completar la base aportada por el Estado), pues la redes de tiendas nacionales y hasta el mercado privado (lícito o ilícito) están dedicados a la venta de productos de primera necesidad, por lo que no hay oferta de este tipo.
Encima de esto, los padres y tutores se han quedado con gran incertidumbre por el proceso de vacunación de sus hijos, pues se han cuestionado si será obligatorio vacunar a todos los niños o si podrán volver a la presencialidad aquellos menores que no se inoculen, debido a que la incorporación a las clases presenciales está directamente vinculada con el recibimiento de la pauta completa de la vacuna contra el coronavirus.
Ena Elsa Fernández Cobiella, ministra de Educación, informó que los estudiantes de 12º grado, 3º año de Educación Técnica y Profesional, y 3º y 4º año de Formación Pedagógica, comenzarán a vacunarse a inicios de este mes de septiembre, por lo que podrán volver a la presencialidad a partir del 4 de octubre.
Los menores de edad de entre los 12 y 18 años comenzarán a vacunarse a partir del 5 de septiembre y se supone que inicien la curso en la modalidad presencial a partir del 8 de noviembre. Los alumnos de Educación Primaria se vacunarán desde el 15 de septiembre y está previsto que reanuden actividades presenciales desde el 15 de noviembre.
Pese a los inconvenientes que conlleva la reanudación de las clases, muchos padres y madres se ha dado a la tarea de sobrellevar las dificultades materiales. Tal es el caso de Linda Reloba, quien ya acordó una visita a La Cuevita para este fin de semana. «Ahí se encuentra de todo siempre, así que espero resolver con ellos unas libretas y lápices, porque si no, no sé ni dónde ni con qué van a escribir mis hijos», afirmó.
La madre dijo estar indignada debido a que no se han distribuido estos materiales desde las escuelas, protocolo que lleva ejecutándose desde principios de la Revolución. Para empezar con las teleclases, comentó que solo tiene los libros que le entregaron cuando cerró el curso anterior.
Reloba también se quejó de que en la Mesa Redonda no se mencionara «si van a vender uniformes nuevos antes del inicio de las clases o si van tomar otra medida como permitir que vayan con ropa de calle». Con la duda también se encuentran muchas otras familias, las cuales deben lidiar con el hecho de que sus hijos han crecido o engordado y el uniforme de hace no les sirve.
Yoania Falcón Suárez, directora de Educación en La Habana, declaró a la prensa estatal que las condiciones están preparadas en las escuelas para recibir a los niños con ropa adecuada. «Sabemos que a muchos los uniformes no les van a servir y los vamos a recibir con pantalones, pulóveres, con ropa adecuada para poder dar clases en nuestras instituciones», aseguró la funcionaria, por lo que se entiende que se permitirá el uso de otro tipo de vestuario en estas circunstancias apremiantes.
Mariela, de 33 años, acude a la ayuda de amistades y vecinos, pues lleva meses sin ir al trabajo, donde antes podía conseguir «algunas hojas y lápices», pero refirió que probablemente su hijo necesitaría más hojas disponibles porque las teleclases dejan muchas tareas.
El mercado informal, según Mariela, ofrece una libreta de 200 hojas rayadas en 75 CUP, «y ni hablar de las cuadriculadas», alegando que gran parte de su salario va a ser invertido en estos cuadernos.
