Sin mayores explicaciones, y luego de defender a capa y espada el uso de los candidatos vacunales cubanos para inmunizar a la población en la isla contra la COVID-19, ahora el Gobierno acaba de anunciar que se utilizará la vacuna china Sinopharrm en la provincia de Cienfuegos.
Según el reporte de la prensa oficialista, la prueba de este nuevo esquema de vacunación utilizará dos primeras dosis de la vacuna Sinopharrm y una tercera dosis de la cubana Soberana Plus a los 21 días después.
Las autoridades precisaron que la vacuna china tiene una eficacia comprobada de un 79 por ciento en dos dosis, lo que supondría que es inferior a la eficacia del esquema combinado de Soberana 02 y Soberana Plus, por lo que esto no explica el motivo para usar esta nueva combinación, a no ser que los datos de eficacia dados por el Ministerio de Salud Pública de Cuba sobre sus candidatos vacunales no sean reales.
«El objetivo es inmunizar a la población para alcanzar un impacto fuerte ante al auge de la COVID-19, que en los últimos meses alcanzó pico pandémico, con sus variantes más contagiosas y letales en varios territorios, en especial en Cienfuegos, provincia que ha sido una de las de mayor tasa de incidencia y positividad del virus en el país», comentó el Dr. C. Vicente Vérez Bencomo, director general del Instituto Finlay de Vacunas (IFV) en Cuba.
Dijo que este nuevo esquema de vacunación parte de una «recomendación» de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ya cuentan con las dosis necesarias para inmunizar a la población cienfueguera, considerada pequeña respecto a otras del país.
Esa inmunización abarcaría a los siete municipios, excepto la cabecera provincia ya que los adultos de este territorio están en fase de concluir la tercera dosis de la vacunación con Abdala, cuya eficacia según afirman las autoridades cubanas es de 92,28 por ciento.
La vacuna Sinopharm contra la COVID-19 es una vacuna de virus completo, inactivada. En un gran ensayo de fase 3 se ha constatado que dos dosis, administradas en un intervalo de 21 días, tienen una eficacia alta de más del 79% (intervalo de confianza (IC) del 95%: 66% – 87%) contra la infección sintomática por SARS-CoV-2 14 o más días después de la segunda dosis. La eficacia de la vacuna frente a la hospitalización fue del 79%.
Su almacenamiento es muy sencillo, por lo que es muy adecuada para entornos de bajos recursos. Fue desarrollada por el Beijing Bio-Institute of Biological Products.
La información publicada hasta el momento de este repentino cambio de estrategia no incluye datos sobre la adquisición de las vacunas chinas, si fueron compradas al Beijing Bio-Institute of Biological Products, o si fueron donadas a Cuba por el gobierno chino. Tampoco se conoce el número de antígenos recibidos o el precio pagado por ellos por el gobierno cubano.


