Luego de una avería en la principal planta de producción de oxígeno medicinal en Cuba, el país ha recibido la ayuda de Rusia para la instalación y puesta en marcha de una planta en la que cooperan especialistas de ese país.
El Ejército ha puesto a funcionar dos plantas de producción de oxígeno, en la base aérea militar de San Antonio de los Baños, esfuerzo al que se ha sumado Rusia con la donación de una planta capaz de lograr alrededor de 120 cilindros de oxígeno diariamente. La maquinaria fue instalada en tiempo récord con la ayuda de técnicos rusos, según indicó un reporte de la prensa oficialista
Cada una de estas unidades posee dos vehículos. En uno se extrae el aire de la atmósfera y se comprime, en el otro se obtiene el oxígeno líquido, se expulsan el resto de los componentes y se deposita en los termos.
Tras ser envasados en forma gaseosa, los cilindros de oxígeno se transportan inmediatamente a los helicópteros y aviones militares que los trasladan a las provincias con una situación más crítica en sus hospitales, muchas veces colapsados por la cantidad de casos de COVID-19 en sus salas de ingreso.
Tan alarmante es la situación que atraviesa Cuba con la escasez de oxígeno medicinal en los hospitales que el Gobierno ha tenido que tirar de «inventos» como utilizar aire comprimido enriquecido, con apenas 40 por ciento de oxígeno, que se obtiene en pequeñas plantas instaladas en las marinas donde se rellenan habitualmente tanques para buceo.
“En la atmósfera, el oxígeno se encuentra a un 21% y nosotros, los buzos, utilizamos aire comprimido y enriquecido con esa cantidad de oxígeno. Como en estos barcos de vida a bordo, tenemos compresores para llenar los botellones de buceo y una membrana especial para lograr esa mezcla de aire que permite alargar el tiempo en la profundidad del mar, aprovechamos que esa membrana llega hasta un 40% de oxígeno y, entonces, estamos fabricando ese tipo de aire enriquecido”, explicó el entrenador de buceo Maidel Pérez Valle a la prensa estatal.
