El Gobierno cubano anunció ayer una nueva ley de Ciberseguridad que ha causado una fuerte polémica entre la población pues contempla como «incidentes de alta peligrosidad» el hecho de publicar en las redes sociales contenido que se oponga a la Revolución, calificándolos de «subversivos».
La batería de normativas que fueron publicadas en la Gaceta Oficial de la República tipifican «los delitos en internet», pero a la vez limitan la libertad de expresión de los internautas cubanos, pues consideran infracciones a la ley cosas tan ilógicas como la «incitación a movilizaciones» y catalogan de «difamación» los mensajes posteados contra el Estado.
La respuesta del régimen ante las críticas por este nuevo Decreto Ley ha sido inmediata. La ministra de Comunicaciones, Mayra Arevich, salió rápidamente en su defensa, explicando que estas leyes prevén «la respuesta a incidentes de ciberseguridad» y que «forman parte de la creación de valores de conducta cívica adecuada, de respeto, disciplina y contribución al bienestar del ciudadano».
La aprobación del Modelo de Actuación Nacional para la respuesta a incidentes de Ciberseguridad, forma parte de la creación de valores de conducta cívica adecuada, de respeto, disciplina y contribución al bienestar del ciudadano. #CubaInformatiza #PazEnElCiberespacio pic.twitter.com/XRx7t1Fd1j
— Mayra Arevich Marín (@MayraArevich) August 17, 2021
El viceministro de Comunicaciones, Ernesto Rodríguez Hernández, se apareció en el programa oficialista Mesa Redonda para asegurar que con esta nueva ley «no se está limitando la participación social en las plataformas digitales» y dijo que las políticas públicas cubanas «defienden la Internet como un espacio de debate, intercambio, reflexión, de expresión de quejas y planteamientos».
“Con las nuevas normativas se busca complementar estos fines, a partir de exigir que se haga un uso adecuado, respetuoso, ético, con apego a la verdad, de estos canales de comunicación”, expresó Rodríguez Hernández.
Sin embargo, la realidad es que esta normativa, entrada en vigor tras las masivas manifestaciones del pasado 11 de julio y que usaron el Internet como medio de convocatoria, mezcla ciberdelitos que son reconocidos en la legislación internacional con delitos de opinión, a la vez que tipifica como «ciberterrorismo» la «divulgación de noticias falsas, mensajes ofensivos y difamación con impacto en el prestigio del país».
El #SOSCuba vuelve a ser tendencia??y el #NoAlDecretoLey35 no hace más que subir. Impulsado por la generación de el teléfonito?? Esto sí da orgullo‼‼‼ pic.twitter.com/uthb5gYb2u
— ?ElUnicornio?? (@ElUnicornioCuba) August 18, 2021
A su vez, el Decreto No.35 advierte que será de «obligatorio cumplimiento para personas naturales y jurídicas».
La decisión gubernamental no ha gustado a la mayoría de los cubanos y ha generado críticas al considerarla como una «ley mordaza».
Condenamos la aplicación del Decreto Ley 35 en #Cuba ?? porque este atenta contra la libertad de expresión en Internet. Aún más cuando la aplicación del mismo puede ser selectivo y forma parte del mecanismo de censura ya existente en la isla#NoAlDecretoLey35 pic.twitter.com/i8qtWaGevj
— Foundation NewGeneration (@NGFoundationNL) August 18, 2021
El Gobierno de Estados Unidos, a través de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental y de su Embajada en Cuba, manifestó su repudio respecto de las nuevas leyes que censuran las redes sociales y limitan la libertad de expresión en internet en la isla.
“Hoy, el Gobierno cubano anunció otra ley de censura en un claro intento de silenciar al pueblo cubano, después de las protestas”, publicó la Oficina en su cuenta oficial de Twitter.
.@WHAAsstSecty: Hoy, el gobierno cubano ha anunciado otra ley de censura, en un claro intento de silenciar al pueblo tras las protestas.
Las autoridades cubanas deberían respetar la clara voluntad del pueblo cubano de hablar con su voz, y no castigar a quienes dicen la verdad. https://t.co/Z6DAw2PJqz— Embajada de los Estados Unidos en Cuba (@USEmbCuba) August 17, 2021
Luego, reclamó: “Las autoridades cubanas deben respetar la clara voluntad del pueblo cubano de hablar con su propia voz, no castigar a quienes dicen la verdad”.


