InicioActualidadCubanos pagan miles de pesos por tratamientos de Azitromicina y Rosefin con...

Cubanos pagan miles de pesos por tratamientos de Azitromicina y Rosefin con tal de no ir a hospitales o centros de aislamiento cuando están contagiados de COVID

Yoandra Hidalgo es una cubana que sufrió la pérdida de 3 familiares (todos adultos mayores) en un plazo de solo 10 días a principios del mes de junio, los que fueron ingresados en un centro de aislamiento de Puerto Padre (Las Tunas) y donde sus síntomas empeoraron gravemente a causa de la falta de recursos básicos e higiene.

Hidalgo relató que 2 tías suyas llegaron deshidratadas al hospital tras una espera de 2 días en el centro (donde estaban albergados tanto pacientes sintomáticos como sospechosos) y 2 días más en el hospital sin recibir sueros porque no había disponibilidad.

Por estas razones de deficiencias y seria escasez de insumos médicos en las instituciones estatales, es que aseguró que los cubanos prefieren «automedicarse y morirse en sus casas» antes que ser hospitalizados.

Tanto las denuncias de la población como las propias afirmaciones gubernamentales de que el sistema sanitario cubano se halla al borde del colapso, han provocado la escalada que ha sufrido el miedo de los cubanos por recluirse en las instalaciones del Estado.

Como resultado a la tendencia de evadir el ingreso hospitalario, el precio de los medicamentos que más se utilizan para tratar síntomas como los de la COVID-19 se ha disparado en el mercado informal.

La Azitromicina y el Rocephin son los 2 antibióticos de amplio espectro que más demanda presentan actualmente.

La Dra. Ana Teresa Figueroa aseguró que este fenómeno indica que el pueblo ya no confía en el sistema de Salud Pública, aunque esto no implique el desconfiar también de los médicos.

Sobre las polémicas declaraciones de Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro cubano, al responsabilizar al personal médico nacional por la actual crisis sanitaria (y por las que el gremio de la Salud ha pedido su dimisión), Figueroa comentó que Marrero había olvidado mencionar «que Cuba no está produciendo ni siquiera la mitad de los medicamentos básicos que se requieren en un escenario de pandemia».

Conscientes de los riesgos de automedicarse, los cubanos han preferido atiborrarse de Azitromicina y autoaislarse, aunque su precio en la red de comercio ilícito nacional sea de 2.500 o 3.000 Pesos Cubanos (CUP) por caja (en un país donde el salario y la pensión mínimos son de 2.100 y 1.528 CUP, respectivamente).

Eligio Muñoz Torres, profesor de Geografía jubilado, contó que no puede costear de ninguna forma el tratamiento de Azitromicina y ni loco va para un centro de aislamiento, así que no tiene más opción que, en caso de contagiarse, esperar a morirse tranquilamente en su hogar. El hombre tampoco se vacunó con los candidatos cubanos porque ha alegado estar «muy viejo para prestarse para conejillo de indias».

En comparación, el blíster de 3 tabletas de Azitromicina en la red de farmacias estatales cuesta 34 CUP, pero es que nunca hay. La administradora de una de esas en el municipio habanero de Cerro contó que este fármaco «nunca estuvo entre los controlados, y hasta hace 3 meses se abastecía con regularidad».

Una muestra de lo anterior lo contaba, en fecha reciente, un residente en la capital, quien narraba la manera en que compró Rocephin para un familiar que lo necesitaba. Primero, se lo vendían en 20 dólares, pero al final logró dar con otro vendedor de la Villa Panamericana que lo tenía en 600 pesos. La propia persona le comentó que él lo había adquirido en ese mismo precio, pero no lo había usado, por eso «ayudaba» a otros.

Asimismo, detalló que, para contactar al vendedor, se valió de la información publicada en un grupo de la red social Telegram, donde, por igual, venden tres óvulos de Clotrimazol en 800 pesos; un pomo de Clonazepam en 600; y 60 tabletas de Tramadol con paracetamol, en mil. ¡Ah!, y agregó que tiene «ofertas buenísimas» de sondas de aspiradora para secreciones, cánulas para traqueotomía 4.5, catéter de plástico y kit de colecta de orina, entre otros productos.

Situaciones como la narrada se han vuelto recurrentes en las redes sociales. Una rápida indagación realizada en diferentes sitios permite observar que los fármacos más cotizados en estos momentos son Azitromicina, Prednisolona, Cefalexina y Duralgina, entre otros que, en dependencia de su función, contribuyen a combatir el malestar asociado a los síntomas de la COVID-19.

También existen otros medicamentos muy promocionados, de los que se encuentran «a nivel de hospital», como el propio antibiótico Rocephin, las inyecciones de Omeprazol, de Espasmoforte, el Diclofenaco de sodio y hasta el Interferón.


Mantente actualizado en tiempo real a través de nuestros canales de Telegram:

Noticias minuto a minuto

CubaCute en Telegram

Chatea con otros cubanos y discute de todo cuanto se te ocurre sobre Cuba

Grupo CubaCute en Telegram


Relacionados
- Advertisment -

Últimas entradas