Gran revuelo se ha concebido en redes sociales por los frijoles chinos de dudosa calidad que se distribuyeron a la población a través de las bodegas del país, como parte de los alimentos donados a Cuba por países afines al régimen para calmar los humos tras las protestas del 11J.
Estos granos, denominados industrialmente como «frijoles chinos», no proceden del gigante asiático, sino que fueron cosechados y envasados en Venezuela.
Estos son también conocidos como judías azuki o hong dou, y se preparan comúnmente en un potaje tradicional, o como ensalada con verduras o una pasta dulce para rellenar los dorayakis japoneses.
Se deben dejar en remojo por un mínimo de 8 horas y luego se les retirará el agua para volver a enjuagar. Finalmente, se colocarán en la olla de presión.
Se recomienda que una vez en la olla, se vayan controlando los tiempos de cocción y el fuego según las características del equipo. Cuando los granos estén blandos, el punto de cocción se elegirá de acuerdo con la receta.
La manera tradicional de comer frijoles en Cuba es en potaje, para el que se preparará un sofrito y se dejara cocinando a fuego lento por unos minutos antes de volver a cerrar la olla.
Estos granos son muy poco conocidos en la isla caribeña y en China hay variedades de color rojo oscuro, verde, blanco, negro y gris, donde se consumen desde hace más de 3.000 años.
Son bajos en calorías y en grasa, además de ricos en fibra y proteína (muy buenos sustitutos de la carne).
Medios de prensa independientes cubanos han constatado que los paquetes de frijol chino que fueron donados a Cuba son adquiridos por el Gobierno de Venezuela gracias a sus productores locales, incluyéndolos en las cajas con productos para su población de parte del Comité Local de Abastecimiento y Producción (Clap) desde 2016.
La entrega gratuita de módulos de alimentos y demás artículos de primera necesidad que llegaron a la isla como parte de donativos enviados por México, Rusia, Nicaragua, Bolivia y otros, comenzó a finales del pasado mes de julio.
Los módulos con espaguetis, frijoles chinos, arroz y azúcar comenzaron a distribuirse en La Habana en el municipio La Lisa, de acuerdo con el reportaje de la Televisión Cubana.
Los 2 paquetes de 1 kilogramo cada uno que recibió cada núcleo fueron objetivo de fuertes críticas sobre su mala calidad.
Usuarios en redes sociales denunciaron que los paquetes venían con una mezcla de variedades del frijol con granos partidos, piedras, ramitas y hojas secas.
Mientras Venezuela ha adoptado la siembra de este producto, que normalmente se cosecha en China, Japón, Corea del Sur y Taiwán, Cuba es incapaz de estabilizar el cultivo de la variedades de frijoles que tradicionalmente se producen y se consumen en la isla.
